Dominic Dwyer y Sporting KC arrasan a un frágil Seattle Sounders

Sporting Kansas City se aprovechó de una de las peores versiones de Seattle Sounders en la historia de la MLS para volver al sendero del triunfo con un 3-0 en Children’s Mercy Park.

Desde el arranque del encuentro fue muy claro el dominio de los locales, quienes llegaron y dispararon en varias ocasiones al arco Esmeralda, aunque en su mayoría con poca puntería.

Era solo cuestión de tiempo para que Sporting encontrara la fórmula para abrir el marcador. La clave para los goles que finalmente terminaron descifrando los locales, fue el sector izquierdo defensivo de Seattle – en otras palabras, la banda derecha en relación a su ofensiva.

Kansas City tejió una gran jugada de conjunto por el costado derecho al minuto 20, luego fueron hacia atrás por el centro, tiraron paredes y volvieron a recostarse por la derecha. El catracho Roger Espinoza a pierna cambiada envió un servicio milimétrico para que Dom Dwyer rematara solo de cabeza y rompiera la sequía de dos encuentros de Sporting sin anotar.

El guardameta Stefan Frei evitó que los dirigidos por Peter Vermes tomaran una ventaja irreversible y le daba la posibilidad a los Sounders de irse al descanso con la opción de replantear un encuentro que les salía barato al ir abajo solo por uno. Pero ni Frei pudo evitar el desmoralizador segundo tanto en el tiempo de compensación del primer episodio.

Nuevamente los locales comenzaron a marear con toques a los visitantes. Encontraron en un Saad Abdul-Salaam pegado a la banda derecha el desahogue para revolucionar la jugada. El volante de Sporting se fue a línea de fondo, sacó una diagonal retrasada a donde llegaba solo Jacob Peterson, quien remató de primera intención y puso el esférico a segundo palo en el ángulo superior.

Para la parte complementaria la quiniela se reclinó a quien y en que minuto Sporting anotaría el tercero que convirtiera el marcador en la goleada que reflejara la diferencia que fue notoria en el terreno de juego durante los 90 minutos.

Y fue Dom Dwyer con su doblete, quien marcó el tercero y definitivo que le hizo más justicia al resultado.