Cada All-Star Game de la MLS es un acontecimiento especial, sin dudas. Año tras año, la liga lleva a sus mejores futbolistas a una de sus ciudades sede enfrentarlos a algunos de los equipos más poderosos del fùtbol europeo. Si en el verano de 2017 el rival fue Real Madrid, con anterioridad los visitantes también fueron ilustres. Bayern Munich, Manchester United, Chelsea, AS Roma -entre otros- figuran en el historial de contrincantes del seleccionado de la primera división de Estados Unidos. El miércoles (7:30 pm ET / UniMás) el turno será para Juventus FC, uno de los equipos más reconocibles del fútbol mundial.
¿Dónde, si no? El MLS All-Star Game se siente en casa al llegar a la ciudad de Atlanta
La confluencia de un nuevo equipo, un flamante estadio, la avidez de la afición, y -sobre todo- una nueva manera de entender el fútbol en la MLS han hecho que este sea un evento muy especial para la capital del estado de Georgia.
Pero el escenario, el ambiente, no será comparable al de ediciones anteriores. El Equipo de Estrellas recibirá a 'la Vecchia Signora' en el Mercedes-Benz Stadium de la ciudad de Atlanta. El escenario en el que juega como local Atlanta United FC, y que en el lapso de un año ha servido para romper todas las marcas históricas de asistencia de público en la MLS. 40.000 aficionados en partidos 'normales' y más de 70.000 en ocasiones especiales. El cuadro de 'las Cinco Bandas' -como anteriormente lo hizo Seattle Sounders en la Conferencia Oeste- hizo ingresar a la Conferencia Este en una nueva dimensión, un nuevo parámetro.
Decir que el soccer no existía en la ciudad antes de la llegada de Atlanta United FC sería injusto. A finales de la década del sesenta, Atlanta Chiefs fue un equipo destacado en la primera versión de la NASL. Más recientemente, Atlanta Silverbacks tuvo su momento en las ligas menores estadounidenses. Y en el fútbol femenido, el Atlanta Beat fue un usual participante de las postemporadas de la WUSA. Pero nada es comparable al fenómeno de masas que ha creado el conjunto liderado por Gerardo Martino.
En la ciudad había un vacío y -quizás hasta en contra del pronóstico más favorable- los 'Tata Boys' lo llenaron. Desde el inicio de la temporada 2017, cuando todavía el Mercedes-Benz Stadium no se había inaugurado, el de Atlanta United FC fue el boleto más caro en la ciudad. El Bobby Dodd Stadium -de la Universidad Georgia Tech- se llenó a reventar cada vez que el cuadro rojinegro se presentó como local. Cada partido jugado allí fue una muestra fiel de la fiebre por el fútbol que existe en la ciudad, puerta de entrada hacia el sudeste de Estados Unidos.
Las razones del fenónemo
Todo encajó desde el principio en Atlanta. Entrenador reconocible a nivel internacional, directiva generosa con las necesidades del equipo, un plantel innovador y lleno de talento.
Esos son los elementos en base a los cuales el club construyó un mito en la ciudad. En menos de dos años, Atlanta United es uno de los equipos más poderosos de la liga. De hecho, ya lo era antes de concluir su temporada inaugural. Todo en el club y en el plantel huele a revolución.
La elección de tres jugadores franquicia sudaméricanos, jóvenes y prácticamente desconocidos en América del Norte fue un elemento que marcó la primera gran diferencia entre Atlanta United y el resto de las franquicias de la MLS. Una decisión que significó la estocada final para una serie de preconceptos que durante muchos años rodearon a la liga. El torneo es una plataforma para el joven talento; y ya no puede ser más calificada como un cementerio de elefantes. De manera absoluta y definitiva, Atlanta United cambió para siempre la forma en la que la MLS es percibida.
El cuarteto de ases que Martino puso en la cancha en 2017 ('Tito' Villalba, Miguel Almirón, Josef Martínez y Yamil Asad) rompieron la barrera mental, de escuela, que existía en la liga. Los fichajes de 'Kaku' Romero Gamarra, Diego Rossi, Jesús Medina -entre otros- fueron producto de la reacción del resto de los clubes de Major League Soccer ante la nueva frontera que Atlanta United FC había trazado. Nada volvió a ser igual.
Una ciudad entregada al fútbol
Atlanta es una gran ciudad. Y, como tal, tiene presencia en tres de las 'Grandes Ligas' del deporte norteamericano, gracias a los Falcons (en la NFL), los Braves (MLB) y los Hawks (NBA). Atlanta United se instaló en medio de esas marcas de manera inmediata y potente. No es solo una cuestión de congregar multitudes -algo en lo que el club de fútbol se ha hecho experto-, sino de generar cultura vinculada a este deporte, un apartado en el que Atlanta aprueba con nota de honor.
Algo ha hecho que la ciudad y sus habitantes, se volcaran con el club, que en su primer año de existencia clasificó a los Playoffs y hoy lidera las posiciones de la liga. Algo que no es posible de explicar del todo. El 'fenómeno Atlanta United' trasciende al circuito de la MLS. Y toma formas inesperadas en otras latitudes. En Atlanta el soccer se ha hecho raíz, ha encarnado en un fenómeno urbano muy especial, que potencia a expresiones artísticas ignoradas o dejadas de lado por el fútbol en otras poblaciones.
En Atlanta, ir a un partido de fútbol significa otra cosa. No es igual a nada que hayas visto antes. En la cancha, el equipo produce algunos de los mejores momentos deportivos en Estados Unidos desde que entrase en competición en marzo de 2017. En las tribunas del Mercedes-Benz Stadium, todo es un torbellino, todo es fervor. No es una situación comparable a la de las más nutridas hinchadas de Sudamérica, aunque en parte se le parece. No es igual a lo que pasa en Portland, Seattle o Kansas City, pero no deja de tener puntos de contacto con la escena en esas tres ciudades. Verdaderamente, Atlanta es diferente. Es única.
Con el All-Star Game, la MLS homenajea a Atlanta. Y se homenajea a sí misma. La más favorable de las tormentas perfectas tocó suelo en el estado de Georgia. Su impacto se siente en toda América del Norte y más allá de sus fronteras. El miércoles por la noche, Atlanta será la capital del planeta fútbol.