Óscar Pareja alcanzó el pasado fin de semana su victoria 100 en partidos de temporada regular de MLS. Y lo hizo como el tercero empleando menos partidos (228), detrás solamente de rimbombantes nombres del fútbol estadounidense como Bruce Arena (188) y Bob Bradley (199).
FC Dallas de Óscar Pareja tiene las cosas claras: primero el equipo, segundo el equipo y tercero el equipo
El líder del Oeste ha manejado salidas importantes, sanado heridas de 2017 e integrado algunas adiciones. Análisis de cara a 'El Capitán', el clásico de Texas ante Houston Dynamo
El récord se dio justo antes del clásico texano -denominado como 'El Capitán'- ante Houston Dynamo (jueves, 9 pm ET, UniMás) y entrando en la última parte de una temporada que busca ‘limpiar’ lo ocurrido en 2017, cuando FC Dallas no se clasificó a los Playoffs aunque encabezaba la Conferencia Oeste al arrancar el último tramo de la competición.
“Me siento muy honrado y feliz, quiero compartirlo con todos. Ha sido muy bueno ser parte de este proyecto con el club. Es bueno ganar, pero pondremos los pies en la tierra y seguiremos luchando como siempre”, dijo Pareja como reacción a la victoria.
La idea, el equipo, el aprendizaje
En las últimas temporadas, Oscar Pareja y su cuerpo técnico han perdido jugadores trascendentes para su plan. Fabián Castillo, Mauro Díaz, Kellyn Acosta, para nombrar los más reconocidos. Aún así, y a pesar del descalabro de 2017, FC Dallas se mantiene entre los equipos más complicados, estructurados y competitivos de la liga. ¿Cómo, y por qué?
La respuesta, como muchas otras que compilamos aquí, puede estar en las mismas palabras de Pareja en diferentes charlas con los medios. “Los equipos se construyen bajo una idea. Eso es lo que son: una idea”, y luego se explicó. “Los dueños contratan un técnico para que traiga una idea; los jugadores deben creer en esa idea y todos tenemos que comprometernos con las cosas que implican poner la idea por obra”.
Con esa perspectiva, es simple decir que FC Dallas, y en general los equipos de Oscar Pareja, son clara representación de lo que su entrenador quiere transmitir. “Incluso el del año pasado. Era mi equipo y era una representación de mis fallos y logros”, aceptó el colombiano.
Esa es la influencia del entrenador nacido en Medellín en la temporada actual de su equipo, la misma que ha sido en todas las anteriores. El equipo primero, el equipo segundo y el equipo tercero. Así de simple.
Con esa filosofía, FC Dallas lleva un proceso que le ha significado dos temporadas con 60 puntos cada una (2015 y 2016), un título en la US Open Cup (2016), un Supporters’ Shield (2016), y el desarrollo de jugadores jóvenes que se van haciendo su camino.
Las transferencias
Como a la mayoría de los entrenadores de proceso, a Pareja no le gustan las ventanas de transferencia, especialmente en medio de la temporada. Son una distracción, un inconveniente, un motivo para romper la paz del camerino y el ritmo de trabajo del plantel.
Pero en la más reciente ventana, FC Dallas se hizo a los servicios del chileno Pablo Aránguiz. Una adición que como se viene haciendo costumbre en el equipo, tiene un plan a futuro, aunque en este caso con su primera titularidad, el jovencito ya haya mostrado que puede hacerse con las responsabilidades que Mauro Díaz tenía a la hora de generar ataque.
Pareja prefiere que no los comparen y que se le permita a Aránguiz hacerse su propio camino en los tiempos que la adaptación indiquen.
FC Dallas no es el mejor equipo en estadísticas de posesión, remates, opciones de gol, etc., pero se mantiene primero en la Conferencia Oeste (45 puntos) aunque Sporting Kansas City y LAFC le persiguen a solo tres puntos de diferencia.
¿Podrá no solo mantener la punta sino cerrar una gran campaña este 2018?, “La realidad dictará la respuesta”, ha dicho Pareja. “Trabajamos para ser campeones, pero solo lo que pongamos en la cancha y los resultados dictarán hasta dónde llegamos”.
Por lo pronto y con cien victorias de temporada regular ya en el libro de historia, el equipo de ‘Papi’ se enfrentará al de su compatriota y amigo Wilmer Cabrera (Houston Dynamo), en un juego de necesidades diferentes.