NUEVA YORK, NY – El Papa Francisco llegará mañana a Estados Unidos, y durante la próxima semana, la visita lo llevará por Washington DC, Nueva York y Philadelphia, ciudades que cuentan con sus equipos de MLS.
Es una linda coincidencia para el Sumo Pontífice, que tiene al fútbol como parte de su “identidad cultural”, según sus propias palabras, pronunciadas hacia más de 8.000 fieles que se reunían en la Plaza San Marco del Vaticano en agosto del año pasado.
Francisco aprovechaba para darle un reconocimiento “a los campeones de América”, los jugadores de San Lorenzo de Almagro, que habían ido a mostrarle el trofeo nunca antes conseguido por el club a su hincha más famoso.
Jorge Mario Bergoglio se convirtió en Papa en marzo de 2013 pero nunca dejó atrás su amor por el fútbol en general y por San Lorenzo de Almagro en particular.
Antes de ser elegido por el Vaticano y optar por ser Francisco I, Jorge Bergoglio vivía en Buenos Aires, donde era el obispo de la capital argentina. Era también socio activo simple de San Lorenzo y concurría cuando sus obligaciones le permitían a ver a al equipo al Nuevo Gasómetro.
Tras la conquista del Torneo Inicial de 2013 de la Primera División argentina, el presidente del club pidió una audiencia y viajó hacia el Vaticano con el trofeo. En la reunión, de la que también formó parte el vicepresidente y conductor de televisión Marcelo Tinelli, le prometieron volver si conseguían finalmente ganar la Copa Libertadores.
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Francisco San Lorenzo
Con un equipo que incluyó como gran figura al ahora jugador de Montreal Impact Ignacio Piatti y al flamante refuerzo de New York Red Bulls, Gonzalo Verón, San Lorenzo finalmente consiguió ganar el máximo trofeo de Sudamérica.
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Al encuentro con Francisco volvieron a viajar los directivos del club, esta vez acompañados por el entrenador Edgardo Bauza, y los jugadores Julio Buffarini y Juan Ignacio Mercier.
No fue la única visita de futbolistas que recibió Francisco en la Santa Sede. Lionel Messi, Diego Maradona, Francesco Totti, Carlos Tevez, Javier Zanetti, Gianluigi Buffon, Carlos Valderrama, Samuel Eto’o, Andrei Schevchenko, Fredy Guarín, o David Trezeguet pudieron conocer al Papa más futbolero. También el mediocampista del New York City FC, Andrea Pirlo tuvo su encuentro en 2014.
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En 2013, Pirlo conoció al papa Francisco.
A diferencia de sus antecesores, Francisco hizo público su amor por el fútbol. En los últimos años, Benedicto XVI había posado con una casaca del AC Milan y Juan Pablo II reconocía que había jugado al fútbol de joven, pero ninguno llevó la pasión al Vaticano.
En Brasil, un año antes del Mundial de fútbol, Francisco no dudó en hacer referencias durante una misa en Río de Janeiro. En sus sermones suele utilizar analogías entre el fútbol y la vida religiosa, algo que define parte de esa “identidad cultural” que representa la N˚5 para el Papa.
