Jefferson Savarino es un hombre de fe, cree que cada jugador tiene un don otorgado por Dios, un talento que es único para ellos.
Jefferson Savarino “no tiene límite” cuando está encendido, según el capitán y símbolo de Real Salt Lake
Al joven venezolano, que la rompe en el club de Utah, no le basta con el reconocimiento de sus compañeros, es un perfeccionista en constante aprendizaje.
“Creo que cada jugador tiene su secreto, y a veces cuando las cosas no salen como grupo, es cuando los jugadores individualmente deben usar lo que Dios les ha dado”, explicó el talentoso extremo de Real Salt Lake.
En el caso de Savarino, esto suele significar quitarse a cuatro defensores de encima, o filtrar un pase milimétrico, o meter un servicio medido al segundo poste.
“Solo pienso que es cualquier cosa que pueda producir, y eso a veces significa que puedo dar un pase para gol, o a veces encarar uno contra uno y marcar un gol. Creo que depende en qué tipo de jugada se hace”, dijo el venezolano.
Viniendo de otros jugadores, eso podría sonar arrogante, pero Savarino sabe de su enorme talento, y es consciente de que para sacarle el máximo provecho requiere de trabajo duro al servicio del equipo.
“El talento viene de Él, y luego está el trabajo que haces aquí, en la cancha”, dijo Savarino.
Sus compañeros, entrenadores y fanáticos, ven potencial ilimitado en el chico de apenas 21 años de edad, quien ha demostrado capacidad desde su primer día en Salt Lake. El capitán y símbolo del club de Utah, Kyle Beckerman, ha estado maravillado con el venezolano desde que llegara a la institución en mayo del 2017.
“Es increíble lo joven que es y algunas de las cosas que hace. Puedes ver que cuando esta encendido, no importa que intenten hacer [para detenerlo], el saldrá de ello. Cuando veo esa mirada en sus ojos, solo lo dejo ir. Es mejor que el año pasado, y el año pasado fue grandioso”, dijo Beckerman.
“No hay techo para él”.
Jefferson ya no parece una promesa, más bien una realidad llenando las expectativas. Pero el cree que aún tiene mucho que aprender, y que incluso sus buenas actuaciones, podrían ser mejores.
“La verdad es que todavía creo que en el siguiente partido tengo que aprender mucho más”, admitió Savarino. “Creo que un jugador siempre tiene que mejorar en todo, tanto en los entrenamientos como en los partidos. Si te dijera que ya soy perfecto, no lo soy, porque tengo que aprender algo cada día. En los entrenamientos, mis compañeros son grandes jugadores y ya que soy joven, seré capaz de seguir aprendiendo durante mi carrera”.
Un día aprende una lección de Beckerman, y al día siguiente quizás de Joao Plata, y así sucesivamente con otros de sus compañeros.
A pesar de que RSL es un equipo joven, hay jugadores en el plantilla con experiencia en la Liga MX, en La Liga de España, y en la Premier League de Inglaterra. Y a eso le podemos agregar la experiencia del director técnico, Mike Petke, y sus asistentes.
Savarino tiene todavía mucho espacio para aprender, pero su significativo progreso en su juego esta temporada, le ha brindado un nivel de confianza y confort en los juegos.
“Estoy aprendiendo mucho de la liga, y espero aprender mucho más”, dijo Savarino. “Cada día cuando vengo al entrenamiento, tengo la misma disponibilidad y fuerza para continuar aprendiendo. Eso me ha ayudado mucho a aprender tanto de mis compañeros como de los entrenadores”.
Petke sabe de la joya con la que cuenta e incluso ha expresado abiertamente su fastidio por ser “uno de los jugadores a los que más faltas se le cometen”.
Pero el chico ha aprendido a lidiar con ello, a evadir esas faltas y comportarse a la altura de un veterano de mil batallas. Y esa habilidad, otorgada por Dios, es la que mantiene a sus compañeros y espectadores, atentos a su juego.
“Es un jugador grandioso”, dijo Beckerman. “Es muy divertido jugar con él, y para los fanáticos, es fantástico verlo”.