La estrella y símbolo de la aún corta vida del Orlando City en la MLS ha sido y sigue siendo Kaká, a pesar de que en la actual temporada apenas ha tenido participación en el partido de la primera jornada y en la fecha más reciente, debido a una lesión que lo mantuvo fuera de las canchas.
Kaká regresa con la oportunidad de ser protagonista en un Orlando City que ya no depende de él
Orlando City llegó al superliderato mientras el brasileño se recuperaba de una lesión; ahora de vuelta, Kaká tiene la tarea de encajar en el esquema.
Pero es innegable que los Lions de hoy no son el equipo dependiente del astro brasileño como sucedió en años pasados. El club de la Florida se las arregló sin Kaká para colocarse en los puestos de arriba, principalmente haciéndose un equipo muy fuerte e invencible como local.
La recuperación de Kaká tomó cerca de dos meses y el técnico Jason Kreis prefirió llevarlo de a poco y no introducirlo de inmediato en el once inicial de Orlando City el sábado pasado ante Colorado Rapids. Fue una decisión casi inimaginable en las temporadas pasadas, donde al estar disponible jugó de arranque en 51 de 52 partidos.
La decisión de Kreis dio resultados. Con el partido empatado sin goles, le dio ingresó al brasileño para la última media hora. Orlando término ganando 2-0, y el gol que selló la victoria lo marcó precisamente Kaká. Triunfo, que dicho sea de paso, tiene a Orlando como superlíder.
Más allá del gol, Kaká no desentonó en un Orlando que viene funcionando muy bien. Popularmente se comenta que no hay porque moverle o arreglar algo si no está roto o descompuesto, pero en el caso de Orlando y Kaká, ¿por qué no moverle si tiene la capacidad de mejorar aún más el rendimiento de algo que funciona bien pero puede funcionar aún mejor?
La magia del fútbol de Kaká aún está vigente, pero como todo artista, para poder brillar en su máxima expresión, necesita que los demás hagan su trabajo bien para que en el escenario este pueda mostrar sus trucos en plenitud sin preocuparse por cargar con las tareas de los otros.
Parece que el Orlando City de hoy, ha construido un equipo capaz y sobresaliente por sí mismo, en el que Kaká no tiene – ni debe ser – el centro de todo, sino más bien un jugador que engrana en el sistema y es capaz de cambiar el rumbo del partido cuando es necesario, es la cereza en el pastel; la cereza que sirvió para colgarse del primer lugar general.
Orlando ya no es un equipo dependiente de Kaká, pero eso no significa que el brasileño no tenga cabida, al contrario, ahora es cuando Kaká puede explotar al máximo con el soporte de un equipo fuerte en el que toda la responsabilidad no cae sobre sus hombros.
El miércoles, Orlando tiene una prueba muy importante como visitante, una oportunidad de dar un golpe de autoridad y demostrar que son más que solo un equipo poderoso de local. Visitan a Toronto FC, el actual subcampeón de la MLS que esta invicto en casa y que en los últimos partidos ha recuperado su mejor versión gracias al fútbol de Sebastián Giovinco y Jozy Altidore.
Con Kaká de arranque, de entrada, ya impone un respeto diferente en los defensores Escarlatas, claro que eso no basta, el brasileño debe también sustentarlo con el buen fútbol entonado con su equipo que mostro el fin de semana pasado.
Además de que para revertir lo que un Giovinco y un Altidore pueden aportar no solo en lo estrictamente futbolístico pero también en temas de liderazgo en la cancha, de meterle presión a los árbitros y los rivales – pocos en la liga pueden contrarrestarlo como Kaká. Y ni hablar de las pinceladas de fútbol que el brasileño es capaz de dibujar para marcar la diferencia en una sola jugada.
Si Kreis lo vuelve a poner como revulsivo hay una alta probabilidad de que para cuando quiera echar mano del emblema del club de la Florida sea demasiado tarde, después de todo, Toronto no es ni de cerca Colorado.