El 2020 es ciertamente el inicio de una nueva era en Montreal Impact por dos cuestiones. La primera es la partida de Ignacio Piatti, el ídolo y probablemente el jugador más emblemático en la historia del club. Y por otro lado, el inicio de la gestión del legendario Thierry Henry en el banquillo de los canadienses.
La ‘era Thierry Henry’ en Montreal arrancó amargada por el ‘Monstruo’ costarricense
El Impact contaba con una cómoda ventaja de la mano de Romell Quioto y Bojan Krkić, pero Saprissa reacciono vía ex ‘emeleseros’ en el final.
La primera prueba oficial para ‘Tití’ y sus dirigidos se dio el miércoles en suelo costarricense ante el poderoso Saprissa, en el partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones Concacaf. Todo parecía encaminado a una victoria imponente al conseguir dos goles en la primera media hora de juego, pero acabó con un muy amargó 2-2 para el conjunto canadiense.
La presión alta de los atacantes como Romell Quioto y Bojan Krkić, provocaron un grosero error en la salida de los ticos, el cual fue capitalizado por Orji Okwonkwo para abrir el marcador.
Posteriormente, Bojan – quien jugaba como un falso ‘9’ – metió un largo pase para que Quioto bajara con tiempo el balón, se metiera al área y definiera el segundo a favor de los canadienses. El entendimiento entre el catracho y el español fue notable.
El ‘Monstruo’ se presentó con varios viejos conocidos de la MLS en su alineación titular, como el caso de Roy Miller, David Guzmán, Christian Bolaños y Johan Venegas, este último incluso jugó para el Impact. Y fue precisamente Venegas quien le abrió una rejilla de esperanza al Saprissa con un gol a 10 minutos del final.
El Saprissa se aferró a no caer ante su gente. Y mediante un medido pase filtrado por Bolaños al área, los cambios enviados por Walter Centeno, Jonathan Martínez y Ariel Rodríguez, se combinaron para emparejar los cartones al minuto 90 ante la incredulidad del banquillo del Impact.
Montreal se va de Costa Rica con un empate que no es para nada malo, sobre todo por los dos goles de visitante conseguidos, y aún con amplias opciones como para pensar en sellar el boleto a cuartos de final el próximo miércoles en casa. Pero la manera en que sacaron el empate, o más bien, el cómo les sacaron el triunfo de la bolsa es lo que seguramente le dará un auténtico dolor de cabeza a Henry.