Luz y sombra. Si en su debut en LA Galaxy y la MLS todo fue notoriedad y exaltación de sus cualidades reconocidas alrededor del mundo, el domingo por la noche el silbatazo final dejó una imagen algo más sombría de Zlatan Ibrahimovic y el conjunto californiano.
La felicidad le duró poco a Zlatan Ibrahimovic tras el correctivo de Sporting KC a LA Galaxy
Al astro sueco se lo vio contrariado por la actitud y los errores de juego de algunos de sus nuevos compañeros, al tiempo que recordó que no siempre podrá 'salvar' el equipo californiano.
Y no porque el sueco haya jugado mal; el delantero jugó media hora frente a Sporting Kansas City y exhibió su repertorio de disparos potentes y bien ubicados, intentó ejercer de líder de un Galaxy bastante desorientado, y finalmente no pudo cambiar la suerte de su equipo, que cayó por 0-2 frente a un muy sólido planteo de los hombres de Peter Vermes.
Tan frustrante como el marcador final fue el rendimiento general del cuadro angelino, pese a los tres pelotazos que el conjunto de los hermanos Dos Santos hizo impactar contra el arco defendido por un sobresaliente Tim Melia. Antes de entrar a la cancha en el minuto 62, ‘Ibra’ se deshizo en señas y pedidos para los jugadores de club de Los Ángeles. Una vez dentro del terreno de juego el estelar goleador insistió con su intento de poner orden.
Nadie le quita a Zlatan la trascendencia que su llegada a la MLS representa. Menos aún, nadie podrá restar proyección a un delantero de una jerarquía superior en un LA Galaxy que viene de hacer en 2017 una de las peores campañas de su historia. Mucho de lo bueno que el Galaxy pueda hacer este año pasará por los goles y la mentalidad del laureado atacante.
Ibrahimovic no resta gravedad a la situación. “Si no tienen hambre, me aseguraré que lo tengan”, dijo el carismático artillero en el vestuario ‘galáctico’ tras la derrota. Al 9 lo frustraron los errores de funcionamiento y la supuesta falta de ansias de ganar en algunos de los jugadores con quienes comparte camiseta.
Sin llegar al extremo de efectuar declaraciones explosivas, el europeo dejó bien claro su frustración. Y hasta se ofreció para estar dentro del XI inicial en el próximo partido, de visitante y ante Chicago Fire: “A lo mejor arranco de titular, dependiendo de qué quiera y qué esté pensando el entrenador”, manifestó en el vestuario.
El calendario de LA Galaxy -que ha mejorado con respecto a la mala imagen dada el año pasado, pero que está todavía lejos del grupo de equipos más destacados en la MLS- no es sencillo en las próximas semanas. Los tres partidos que se le vienen encima al conjunto del alemán Sigi Schmid presentan una dificultad palpable: el próximo sábado visitará a Chicago Fire (3:30 p.m. ET, Univision), una semana más tarde será local en StubHub Center frente a la apisonadora que es el Atlanta United de ‘Tata’ Martino, y el sábado 28 cerrará el mes con un duelo ante otro ‘perro de presa’ como es New York Red Bulls.
La falta de generación de juego en el Galaxy es el principal problema a abordar. Zlatan Ibrahimovic, un ‘distinto’ que puede dar vuelta cualquier partido con una genialidad, necesita ayuda. Todavía no está en el máximo punto de su preparación, y no es lógico esperar de él cada semana un partido (o una fracción de partido) memorable, como el que protagonizó en su presentación en la liga frente a Los Angeles Football Club.
Es probable que a lo largo del año -quizás en la ventana de transferencias del verano- LA Galaxy sume a algún nuevo elemento. Eso podrá ciertamente hacer que la felicidad de ‘Ibra’ sea más duradera. Pero hasta que eso ocurra el centro de la cancha y los atacantes de su nuevo club necesitan redoblar esfuerzos para generar más fútbol al servicio del dios goleador. El teléfono suena. Giovani dos Santos, su hermano Jonathan, el francés Romain Alessandrini y el extremo Sebastian Lletget deben atender el llamado.