Agridulce. Así fue el 2014 para el “Capitán América”.
Landon Donovan salió del retiro y volvió con LA Galaxy
La leyenda del fútbol estadounidense tuvo un efímero regreso en el cual hizo un gol que quedara para la posteridad como su última hazaña vestido de futbolista.
Fue el año en que todo el entorno del fútbol estadounidense quedo impactado ante la noticia de que el gran Landon Donovan quedaba fuera de la convocatoria para la Copa Mundial a jugarse en Brasil. El mismo año que culminó con LA Galaxy coronándose y con Donovan levantando su quinta MLS Cup para despedirse de su carrera como futbolista, ¿para siempre?
No, no fue para siempre. A casi dos años de su retiro, Donovan anunció su regreso a las canchas para la recta final de la campaña 2016 con el club angelino. Equipo que realmente necesitaba de sus servicios, ya que fuera de Giovani dos Santos, sus figuras estaban muy mermadas.
Bruce Arena confiaba que el chico prodigio que el ayudo a que se convirtiera en el mejor futbolista en la historia de los Estados Unidos podría volver a marcar la diferencia en partidos claves, en momentos decisivos, como lo hizo una y otra vez en su rica carrera.
A principios de septiembre la bomba estalló: Landon Donovan estaba de vuelta.
Poco después, en apenas su segundo partido desde su regreso y viniendo desde el banquillo, Donovan fue Donovan. Como si el tiempo se hubiera detenido, como si LD fuera un mago eterno, tan infalible al paso de los años como el mismísimo “Capitán América” para poder seguir siendo el héroe generación tras generación, apareció con una pincelada heroica.
Galaxy visitaba al Sporting Kansas City en una de las canchas más difíciles de la MLS, el denominado Infierno Azul. Los galácticos perdían por 2-1 a menos de 20 minutos para el final, y Arena decidió darle ingreso a Donovan. Y llegó el momento mágico, Landon metió un disparo de billar, colocado para vencer el arquero rival y salió a gritar el gol con todo como si fuera tan importante como el del Mundial 2002 a México o el del Mundial 2010 a Argelia, o el del título de la MLS Cup en 2011.
No, no era ninguno de esos, pero sin saberlo, si era posiblemente (ahora sí), el ultimo de su carrera.
En los menos de 10 partidos que jugó contando los Playoffs, Donovan realmente no tuvo ni de cerca el peso que tenía en antaño. No pudo ser factor para evitar la eliminación a manos del Colorado Rapids. Ese que vistió el 26 en su espalda durante su efímero regreso tenía muy poco que ver con el ‘10’ que Donovan inmortalizo en Galaxy y EE.UU.; era una imitación, un impostor que casi nos hizo creer que LD estaba de vuelta en su máximo esplendor.
Y fue cuando nos dimos cuenta que la leyenda del fútbol estadounidense también es humano, que los años no pasan en vano, que las segundas partes son más bien de satisfacción propia para sentirse más terrenal como le sucedió a Michael Jordan cuando termino su carrera en el deporte del más alto nivel jugando en Washington o como le sucede a Tiger Woods quien tras recluirse por problemas personales no ha podido volver a ser el tipo dominante…pero volvieron por el amor al deporte, que los cobija aun cuando ya no son los mejores.
Pero aun así, su regreso nos recordó que su legado estará intacto a pesar de que sus “súper poderes” estén visiblemente disminuidos, que su leyenda seguirá porque es de esos tipos que desde hace buen rato están más allá del bien y del mal.
Por un momento el tiempo se detuvo aquella tarde en Kansas City. Pero todo indica que Donovan no volverá para el 2017 ni para ningún otro año posterior. Parece que esta vez sí ha llegado el para siempre, el colorín colorado de este gran futbolista…dentro del rectángulo verde por lo menos, ya que tras verlo como DT de la selección juvenil de la MLS, quizás no tardemos en verlo como entrenador o directivo transmitiendo su valiosa sabiduría futbolística.