La temporada 2022 de la MLS comienza con una ilusión especial para Charlotte FC. El equipo jugará el sábado 26 de febrero (6 pm ET, ESPN+) su partido de debut en la liga norteamericana, visitando a D.C. United en el Audi Field.
Miguel Ángel Ramírez y Charlotte FC buscan noches de magia en 2022
Todo es nuevo: el equipo tendrá su primera temporada en la MLS, y el entrenador español -ganador de la Copa Sudamericana en 2019- se estrena en su papel en Estados Unidos.
Será una jornada especial para casi todos en el club, especialmente para su entrenador, Miguel Ángel Ramírez. Con apenas 37 años, y experiencia en las cuatro esquinas del mundo, el técnico canario se muestra especialmente ilusionado con esta posibilidad.
"El venir a Estados Unidos era un deseo real. Antes de Internacional (de Porto Alegre) y después de Internacional tuve propuestas para venir, y fui conociendo el proyecto, fui conociendo también las personas que estaban en el proyecto, sus backgrounds, y vi que estaban reclutando gente muy potente. Y dije 'creo que va a ser un proyecto muy interesante'", comenzó Ramírez. "Luego llegas aquí y te das cuenta que las dificultades van a ser muy importantes. Unas reglas de la MLS que te limitan muchas veces a poder contratar lo que tú quieres. Y luego eso, que tienes que contratar a 30 jugadores. Que no es que sean 3, 4, 5, como cualquier equipo cada año, sino que son 30 jugadores. Han sido meses muy duros. Muy duros para poder llegar a este punto".
El momento más brillante de la carrera de Ramírez en la MLS llegó en Independiente del Valle, en Ecuador, donde primero fue jefe de las divisiones formativas y luego estuvo a cargo del primer equipo, con el que ganó la Copa Sudamericana en 2019.
"Te debo decir que la experiencia como jefe de formativas en Independiente del Valle puede que sea la mejor de mi vida. Creo que más allá de ser entrenador profesional, porque no quería. Yo estaba muy a gusto formando jóvenes. Y en Independiente del Valle, cuando llegué, ya había algo construido, pero habían un montón de cosas por hacer todavía. Y eché muchas horas... Llegaba a las 6 o 7 de la mañana y me iba sin hora por la noche. Y a veces no comía, porque tenía que atender a todos los equipos: jugadores, entrenadores, familia. Fue una experiencia súper completa, muy dura por momentos, pero súper reconfortante".
You don’t have to be from here to be a game-changer.
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"No quería ser entrenador del primer equipo, pero el club me pide que lo haga de manera temporal, que al final termina siendo definitiva. Y logramos algo que creo que no es real: que después de menos de un año pudiéramos lograr un torneo internacional", se entusiasmó Ramírez en diálogo con MLS Español. "Creo que no es real, porque al final los equipos ganadores, que ganan títulos, son muy pocos, contados con los dedos de una mano. Lo normal es perder: todos perdemos más que ganamos, en el fútbol y en cualquier deporte. Pero creo que lo que construímos en Independiente del Valle fue algo más grande que una Copa Sudamericana. Fue una forma de jugar, una forma de entrenar, fue una forma de competir y de desarrollar talento. Y lo estamos viendo: muchos chicos se fueron a Europa, a la MLS, a Brasil... la selección está repleta de jugadores de Independiente del Valle. Y ya estamos viendo en la Copa Libertadores Sub-20: están dominando a todos los contrarios, son muy superiores. Porque hay mucho talento y logramos ordenar ese talento".
Tras Ecuador, la carrera llevó a Ramírez al Inter de Porto Alegre, un equipo verdaderamente grande Sudamérica. "En Brasil me metí en un contexto de dificultad, para mí. En el que no había afrontado ciertas cosas, interioridades de club que no había tenido antes, y que para mi proceso de aprendizaje, para ver cómo afrontar ese tipo de situaciones, me sirvieron de aprendizaje. Ahora, después de esa experiencia, tengo más herramientas, porque si se me presenta esa situaci´on de nuevo voy a saber cómo afrontarla mejor de lo que lo hice anteriormente. Ya no va a ser la primera vez que voy a ese tipo de vestuario, a ese tipo de clubes. Ya tuve la experiencia, ya los conozco", expresó quien también trabajó durante años en la prestigiosa Aspire Academy de Catar.
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En Charlotte, Ramírez se encuentra con las dificultades que tienen prácticamente todos las franquicias en expansión en
la MLS. "Yo no soy el manager, soy el entrenador, y al final las decisiones se toman en consenso y en equipo, entre el director deportivo, el departamento de scouting y el cuerpo técnico. No es que yo haya dicho 'Quiero a este, este y este'. Es que los jugadores que hemos traído han sido acordados por todas las partes, y luego jugadores que yo conocía, que me conocían a mí, con los que he trabajado, el departamento de scouting los tenía muy bien evaluados. Entonces eran opciones para el departamento de scouting y para el director deportivo, con más razón debido a que trabajaron conmigo".
"Y ahí está la confianza que hemos podido construir entre las dos partes. Han venido porque está Miguel acá. A lo mejor no hubieran venido si no hubiera estado Miguel acá, porque saben lo que se van a encontrar, saben cómo soy, saben a lo que van a jugar, y les gusta. Entonces, por eso han venido. Porque ya tenemos una relación de confianza previa, y ya saben que están viniendo a algo seguro, algo que les gusta", expresó el técnico al referirse a la presencia en el plantel de jugadores como los ecuatorianos Jordy Alcívar, Alan Franco, el español Sergio Ruiz o el argentino Christian Ortíz, todos futbolistas con los que el entrenador ha trabajado en sus anteriores equipos.
"Me he adaptado rapidísimo a la ciudad de Charlotte, porque es imposible no adaptarse. Es muy cómoda. Desde el club me han ayudado a hacer todos los trámites lo más rápido posible. Y luego la gente ha sido súper respetuosa, cariñosa y muy pasional. Sobre todo los latinos. Estoy deseando que llegue el primer partido en casa (el 5 de marzo, ante LA Galaxy). Estamos deseando que haya fútbol aquí en las Carolinas. Y no solo los latinos. Hay muchos americanos que me han dicho 'Por fin, soccer en la ciudad. Ya tengo mi ticket, ya tengo mi entrada para el primer partido'. O sea, la gente está súper ilusionada. Y al final, ¿Cómo no vas a estar tú también ilusionado si cuando te encuentras con alguien te trasmite esa pasión, ese amor porque haya fútbol aquí?".
El éxito inmediato y la repercusión que han tenido recientemente equipos en expansión como Atlanta United o LAFC no es moneda corriente en Major League Soccer. Miguel Ángel Ramírez sabe eso a la perfección y es conciente de las dificultades con las que tropezará en el inicio.
"Va a ser difícil, obviamente. Pero al final, estamos por escribir una historia, con todo lo que eso implica. Yo vengo de un país con equipos con mucha historia, que ha escrito días y noches de muchos triunfos y también tienen muchas derrotas dolorosas y descensos", valoró el español. "Yo recuerdo noches magníficas con mi equipo, la Unión Deportiva Las Palmas, ascendiendo a primera división, de pequeño... Eso no lo voy a olvidar nunca. Ojalá que aquí podamos... Y que yo no sea espectador, sino coprotagonista de poder escribir noches mágicas en este estadio, en esta ciudad. Y que la gente se sienta representada. Que va a ser difícil, es un hecho. Que vamos a sufrir, obvio. Pero ojalá que se sientan orgullosos de nosotros, que les guste venir, que sea un buen plan venir a vernos".
El camino de la satisfacción para Miguel Ángel está en el fruto de su trabajo, y lo manifiesta abiertamente. "Que seamos un equipo reconocible, que se vea a qué jugamos, qué es lo que queremos. Y otra cosa: ser competitivos, ser fiables. Esto se lo he dicho a los chicos también. Yo en el banquillo con el paso de los minutos me siento tranquilo cuando veo a un equipo fiable. A un equipo que está compitiendo, que está siendo capaz de competir. Eso a mí me da de las mejores sensaciones. Me da mucha paz. Mucha confianza".