En el fútbol hay jugadores que nacieron para ser ídolos, otros para ser consentidos de la afición, algunos para ser peones que pasan desapercibidos, y también hay algunos que tienen la etiqueta de “chicos malos”.
Nigel de Jong, el chico malo de LA Galaxy que se creó su propia fama
El mediocampista neerlandés tiene una fama de ser un jugador sucio que lo preside, en la MLS ese estigma continua vivo.
Uno de los chicos malos del fútbol mundial más reconocido en todo el orbe, sobre todo después de los sucedido en la final de la Copa del Mundo 2010 ente España y Países Bajos, es Nigel de Jong.
El mediocampista que fue fichado por LA Galaxy para la actual campaña, no solo no se aleja del estigma que le persigue desde hace varios años, sino que lo refuerza con sus acciones. Ni siquiera el agradable clima soleado, las playas y la vibra californiana han sido capaces de bajarle las revoluciones a sus duras entradas, que a veces rozan en lo criminal.
Justo a la mitad de la temporada regular, con Galaxy habiendo disputado 17 partidos, el neerlandés ha jugado 12 de ellos, todos como titular. En esos encuentros, Galaxy ha recibido solo 10 goles, menos de uno por partido – en los siete que no estuvo recibieron ocho goles – y el sector defensivo angelino es el menos goleado de la liga. Es indudable que su labor le da frutos a su equipo.
Pero cuando enfrenta a los cuadros de Cascadia (que se cuide Seattle Sounders, contra quien aún no han jugado), es cuando algo sucede con Nigel.
En la cuarta jornada ante Vancouver Whitecaps, cometió tres faltas, su máximo en un partido de la MLS. Y la siguiente jornada, en la quinta, fue cuando todo el mundo se le echo encima, cuando le clavo los tacos a Darlington Nagbe – quien termino lesionado por varias fechas. Ya aunque solo recibió la tarjeta amarilla en el encuentro, el comité disciplinario lo castigo con tres partidos y de inmediato fue crucificado por el medio – con justa razón.
Volvió en la jornada 11 y jugó todas hasta la 17 con un comportamiento ejemplar, ni una sola tarjeta amarilla, tres partidos sin cometer ni una falta, y su máximo de faltas fue contra Montreal donde le cobraron dos.
Pero en la fecha 17, otra vez ante Whitecaps, otra vez contra un rival de Cascadia, se hizo presente el lado oscuro, el chico malo dentro de Nigel. Se barrió salvajemente y le termino dando una patada de cárcel al panameño Blas Pérez. Esta vez vio la roja directa.
De Jong es sin duda es un contención que juega en el límite de las reglas, pero si checamos sus números en la MLS hasta hoy, en realidad no es tan “cochino” como se cree. El problema son realmente esas arteras entradas que se quedan grabadas en la memoria de todos los aficionados, esos momentos en los que el neerlandés parece perder auto control y simplemente da la impresión que va directamente a romper al rival.
De hecho, los cuatro jugadores que más castigan a sus rivales, juegan prácticamente la misma posición que el neerlandés, pero no son tan efectivos como el para mantener el equilibrio y cometen mucho más faltas que él. Federico Bravo, Marcelo Sarvas, Cristian Higuita y Carlos Gruezo, todos han cometido cerca de las 30 faltas o mas (Sarvas tiene 41 cometidas), todos prácticamente con el doble de las de De Jong. Todos tienen siete o seis tarjetas amarillas, el triple de las de Nigel. Y ex jugador del Milán, ni siquiera es el más sucio del Galaxy, ese puesto lo tiene el central Jelle Van Damme y sus 29 faltas y seis amarillas.
De Jong se creó de una fama de chico malo, que es muy difícil de borrar, y aunque realmente sea de vez en cuando, cuando alimenta esa etiqueta, eso será suficiente para que la mantenga por el resto de su carrera futbolística.