Se sabía que la era de Curt Onalfo como director técnico del LA Galaxy iba a terminar, lo que no se sabía era cuando.
Para Curt Onalfo, la pobre racha del LA Galaxy pesó más que su lealtad al club
A la sombra del legendario DT Bruce Arena y ante la disponibilidad del mítico Sigi Schmid, el ahora ex entrenador del Galaxy nunca pudo sobrellevar su proyecto.
Ahora se sabe, y no es una sorpresa.
El jueves el club galáctico oficializó el despido de Onalfo, quien en su primera temporada al mando puso al equipo en una crisis al sumar 10 derrotas en 20 partidos, dejándolos lejos de la zona de clasificación a los playoffs.
La decisión, aunque no sorprende, si dice mucho de la actitud del club hacia el futuro: El Galaxy no va a tenerle paciencia a un proyecto de transición a largo plazo… el problema es que la contratación de Onalfo básicamente se basaba precisamente en una fuerte transición de personal y de dinámica.
La presión para Onalfo empezó desde el primer momento que fue anunciado como el reemplazante del legendario Bruce Arena, ya que se trataba de no solo tomar el lugar de un entrenador, sino de la persona que tenía la más fuerte influencia sobre cada decisión que se tomaba en el club. Obviamente Onalfo no tendría el mismo rol de Arena, más bien compartiría obligaciones con el Gerente General Peter Vagenas.
Sin embargo, a diferencia de Vagenas, era Onalfo quien tenía que sentarse en el banquillo vacado por Arena, y fue Onalfo quien tuvo que dar la cara tras cada una de las embarazosas derrotas del club esta temporada, las cuales incluyeron derrotas consecutivas en el Cali Clásico ante San Jose y una goleada en casa por 6-2 ante Real Salt Lake.
En el sentido de dar la cara y vender su filosofía, Onalfo fue un hombre leal, quien llegó a la posición de director técnico con la tarea de darle una nueva dirección al club. Con la contratación de Onalfo, el Galaxy le apostó a un entrenador que conocía la academia del equipo y quien buscaría alejarse de la idea de basarse en superestrellas y más bien crecer desde adentro. Hasta el final, Onalfo mantuvo esa posición, el problema es que no le funcionó y fracasó rotundamente. Al final el fútbol es de resultados, y cuando no se dan – especialmente en un equipo acostumbrado a estar en la élite como el Galaxy – los cambios no son solamente necesitados, son exigidos, sin importar la lealtad.
Al despedir a Onalfo y poner a un entrenador veterano de la MLS como Sigi Schmid en su lugar, el presidente del Galaxy, Chris Klein, está básicamente admitiendo que su apuesta fracasó y que el club probablemente tendrá que – al menos por el momento – regresar a su antigua dinámica de éxito: basarse principalmente en jugadores internacionales de renombre que puedan sobrellevar la carga del equipo.
Con Schmid al mando, la expectativa es que los Jugadores Franquicia del equipo, Giovani dos Santos y Romain Alessandrini, tomen mayor control. El proceso continuaría con la llegada de un tercer DP, quien al parecer se trataría del hermano de Gio, Jonathan dos Santos.
Por lo pronto, Onalfo será recordado (¿será recordado?) como un entrenador que no pudo llenar los zapatos de su predecesor, quien precisamente esta semana levantó el título de la Copa Oro y sigue acaparando éxitos como director técnico de la selección de Estados Unidos.