La primera mitad de la temporada regular ya ha pasado. Como ocurre siempre, tenemos frente a nosotros equipos que hasta ahora decepcionan y otros que superan con creces nuestras expectativas. Franquicias que lo hacen todo por gustar, y otras más pragmáticas. Clubes que esta año buscan hacer historia y otros que no quieren que la historia se los lleve por delante.
¿Quiénes han sido los tres entrenadores más influyentes en la primera mitad de la MLS 2019?
Matías Almeyda, Bob Bradley y Jim Curtin -por diferentes motivos- se quedan con el podio de las preferencias de FutbolMLS.com.
Cada uno de ellos tiene un entrenador. Un director de orquesta, un ingeniero, que desarrolla el producto en base a sabiduría y prueba más error. Tres, en nuestra opinión, son los entrenadores que más destacaron en los primeros meses de la temporada 2019 de MLS. Como si de una entrega de premios se tratara, estos son los tres técnicos que lo dieron todo para ser reconocidos en esta parada a mitad de camino.
BOB BRADLEY, EL PADRE DE LA CRIATURA QUE ENCANDILA
Muchos están (estamos) tentados a decir que -en términos de Major League Soccer- Los Angeles Football Club es un equipo casi perfecto. La sensación que en 2017 emanaba desde Toronto y en 2018 desde Atlanta hoy parece haberse instalado en el sur del estado de California.
LAFC tiene ADN propio, es la obra futbolística de Bob Bradley, un técnico que es parte de la historia más grande de Major League Soccer. Campeón en la versión 1.0 de la competici´on norteamericana, el veterano estadounidense se prepara para dar con su plantel un golpe importante en la era 3.0 de MLS.
Los de negro y dorado se instalaron en la ciudad de LA Galaxy, cinco veces ganador de la MLS Cup, con el plan de usurparlo todo: preponderancia, grandeza, preferencia del público. El reto es grande, pero en apenas año y medio de competición los pasos dados por LAFC son visibles. Juega casi siempre a estadio lleno (en un fantástico estadio nuevo) en el centro de Los Ángeles, y las ideas de Bradley tienen mucho que ver en ese fenónemo.
El 'viejo Bob' -tras años de trabajo en Europa y Egipto- preparó el plato que a todos les gusta: fútbol ofensivo, jugado a velocidad y a ras de suelo, con jugadores de buen pie y que se aplican al plan establecido desde el banquillo. Tan sencillo y a veces tan complicado de alcanzar.
Carlos Vela es la gran figura, sí. Pero detrás del mexicano hay un extenso grupo de jugadores de enorme calidad, indispensable para buscar el objetivo máximo. Diego Rossi, Adama Diomandé, Eduard Atuesta, Mark-Anthony Kaye, Latif Blessing... y la lista sigue. Ojeador y estratega, Bradley en menos de dos temporadas (y sin trabajar por y para el club que más dinero pone sobre la mesa en MLS) armó un equipo candidato a quedarse con la MLS Cup y a quedar en la historia si logra romper las varias marcas que están a su abasto de aquí al final de la temporada regular.
Con el balance y la osadía como estandarte, defendiendo bien y goleando, Los Angeles Football Club lleva por todos lados la firma de Bob Bradley. Con años de carrera por delante, el exseleccionador busca dejar ahora mismo un nuevo legado de su capacidad. Otro ejemplo más a seguir. Tiene todo para lograrlo.
JIM CURTIN, SE DOBLA PERO NO SE ROMPE
Quien no haya seguido frecuentemente el desarrollo de MLS durante los primeros meses de la temporada seguramente se sorprenderá al ver que -tras jugar 22 partidos- Philadelphia Union es el líder en solitario de la Conferencia Este, con 36 puntos. Y, quizás, que Jim Curtin se encuentre hoy dentro del podio de honor de quienes, a nuestro parecer, han sido los mejores entrenadores en la primera mitad del curso 2019 de Major League Soccer.
El Union no es un equipo acostumbrado a lidiar con estas cosas. No 'sabe' -en teoría- ser puntero, porque solo ha disfrutado de posiciones de privilegio en contadas ocasiones desde su llegada a la liga norteamericana. Pero la versión de este año es definitivamente diferente. Philadelphia es dinamita pura. No es tan estable y profundo como Los Angeles Football Club, pero tomó a la Conferencia Este del cuello y, por ahora, no da señales de querer soltarla.
Entre marzo y junio el equipo fue una aplanadora y apenas conoció la derrota. Mérito grande del sistema de ataque del equipo de Curtin: con 39 goles anotados es la mejor producción ofensiva de toda la liga, solo por detrás de LAFC, que tiene 50 tantos.
La franquicia de 'la Ciudad del Amor Fraternal' no ha tenido miedo al cambio. Su perfil más ofensivo implicó la salida de jugadores establecidos y la llegada de nombres bastante desconocidos, como los de Kacper Przybylko, Jamiro Monteiro o Brenden Aaronson, cuyo aporte anotador resulta fundamental para explicar el buen momento del Union, quienes llegaron gracias a la influencia del director deportivo Ernst Tanner. Curtin ha sabido acoplar a los recién llegados y acoplarse a nivel personal y profesional a una nueva visión para el equipo en el que viene trabajando desde hace años. Eso le valió para recibir recientemente una esperada ampliación de su contrato.
Philadelphia Union no es un equipo perfecto. Tiene puntos vulnerables que algunos rivales detectaron y explotaron. Pero -tras ser dado por 'muerto' varias veces- el líder se sigue manteniendo como tal. Es un hueso duro de roer. En una Conferencia Este que está para cualquiera de los 7 primeros clasificados (compactados en un pelotón en el que la diferencia de puntos no es enorme), los de la camiseta azul y oro siguen resistiendo. No se caen y renacen cuando parecen estar iniciando una crisis. Jim Curtin -quien padeció mucho en temporadas recientes, plagadas de frustración para el club- disfruta el momento actual en gran forma. Y lo tiene merecido.
MATÍAS ALMEYDA, AHORA PASTOR EN EL NORTE DE CALIFORNIA
Nadie exagerará cuando afirme que al 'Pelado' le atraen los desafíos complicados. Porque no es una casualidad que el exvolante central haya elegido rescatar a River Plate de la segunda división argentina para devolverlo a la máxima categoría. Como tampoco lo es que en poco tiempo haya protagonizado uno de los ciclos más exitosos en la historia reciente de Chivas de Guadalajara. Que Almeyda haya llegado a San Jose Earthquakes -uno de los peores equipos de la temporada 2018 en MLS- tiene toda la lógica del mundo.
Con apenas tres refuerzos antes del inicio del curso 2019, sin hacer cirugía mayor, sin desprenderse de ningún elemento de un plantel que parecía desahuciado, el argentino volvió a obrar un 'milagro' en términos futbolísticos.
Tras un inicio de temporada regular decididamente malo y muy similar a lo que los aficionados del club del norte de California habían visto el año pasado, los Quakes hicieron 'click' y entraron en la 'frecuencia Almeyda'. El mantra de trabajo y buenos resultados los trajo hasta aquí. Con 20 partidos disputados, hoy sonríen desde la quinta posición de la Conferencia Este. De mantenerse en esta situación, estarían regresando en octubre a los Playoffs. Pocos lo hubieran dicho meses atrás.
Matías Almeyda no es un entrenador ortodoxo, es más de lo que estamos acostumbrados a ver. Por momentos, su equipo se entrega a la marca al hombre. En otros momentos es un ingenio programado para buscar el arco rival. Pero, más importante, estamos ante un entrenador que es líder del vestuario. No hay escalafón ni jerarquía. O quizás más preciso sería decir que el grupo, el objetivo en común borra todas las jerarquías preexistentes para crear algo nuevo.
Y eso quizás sea una novedad completa en los registros de MLS. Almeyda se mete en la mente y el sentir de sus jugadores como pocos saben hacerlo. En las antípodas de esta situación, pero con resultados similares, Bruce Arena puede mostrar en este momento ciertos paralelos en New England Revolution con respecto a la realidad nueva de San Jose Earthquakes. Almeyda y su mensaje convierten en extraordinario lo común, lo de todos los días.
Por eso su equipo ya puede colgarse una medalla por haber superado en sus dos enfrentamientos de temporada a LA Galaxy, su máximo rival establecido. Por eso -en algo que muchos consideran casi religioso- sus jugadores se han entregado a su causa. Por eso reacondiciona y 'revive' a futbolistas que parecían de salida del equipo.
Tiene el gusto de lo novedoso, el impacto de la sorpresa, la potencia que genera todo lo que es diferente. Matías Almeyda encontró una nueva tierra prometida en San Jose. Major League Soccer, en su totalidad, comienza a reconocer en él -en base a sensaciones y a resultados concretos, palpables- a un nuevo factor de cambio. Alguien que, quizás, pueda generar un punto de inflexión. Como mínimo, 'el Pelado' ya debería ser reconocido como la gran sorpresa del año como entrenador en el fútbol de Estados Unidos y Canadá.