RooneyManía en la capital: ¿Cómo el inglés sacó del fondo a D.C. United y los llevó a los Playoffs?

Hay un antes y un después del D.C. United tremendamente marcado por la simple presencia de un jugador.

Se suele decir que un buen futbolista no basta para que un equipo cambie radicalmente, ya que es un juego de conjunto. Claramente quienes lo afirman no habían sido testigos de algo similar a lo que Wayne Rooney ha hecho a partir de julio cuando se puso la playera del cuadro capitalino por primera vez. Y quizás esté siendo un poco injusto, porque Rooney no es un “buen futbolista”, es un crack.

Muchos detractores creían que el goleador británico llegaba acabado a la MLS a sus 32 años, que no aportaría gran cosa más allá del marketing alrededor de su persona, y hasta se dudaba de su compromiso en la cancha. El “Señor Wayne”, que ya no tiene que probarle nada a nadie a estas alturas de su exitosa carrera, silenció hasta a los más escépticos y algunos hasta en sus fieles se han transformado.

Rooney desató lo que el ‘Primer Grande’ de la MLS no vivía desde sus épocas de gloria con legendarios nombres como Marco ‘Diablo’ Etcheverry. Las Águilas Negras han vuelto a ser relevantes, han vuelto a inspirar con su fútbol, han regresado a la senda del triunfo, han hecho vibrar nuevamente a la capital del país con el fútbol…todo ello de la mano de la RooneyManía.

AÑORANDO EL PASADO Y CON LA LLAMA DE LA PASIÓN EXTINGUIDA

Los últimos años del United habían sido poco vistosos, sin definir un estilo de juego, y eso se reflejó en las entradas en el histórico pero ya viejo RFK Stadium. El 2018 no pintaba nada diferente a pesar de que estrenarían su flamante nuevo hogar, el Audi Field, a media campaña.

En los primeros 14 partidos de la temporada, sin Rooney y sin casa nueva, el desolado D.C. United navegaba por las calles de la amargura. Apenas dos triunfos y cinco empates a cambio de siete descalabros.

Todo apuntaba a otro año desastroso, llegara o no Rooney, con o sin casa nueva. Simplemente no se veía por donde sacar del hoyo al último lugar de la Conferencia Este en la segunda vuelta de la campaña y que por ahí por lo menos quedara en un lugar más honroso. De llegar a Playoffs, ni hablar.

EL SEÑOR WAYNE CONQUISTA LA CAPITAL

Pero la historia comenzó a cambiar en el estreno del Audi Field, el día del debut de Rooney entrando de cambio. Ese día, ganaron, y el dorsal 9 puso un pase para gol. Y no, no fue un garbanzo de a libra como muchos imaginaron en ese momento.

Las Águilas Negras emprendieron un vuelo impensado con el máximo goleador en la historia de la selección de Inglaterra y del Manchester United como auténtico líder. Desde entonces, Rooney ha disputado 19 partidos (17 como titular), ha marcado 12 goles y registrado 7 pases de gol.

Lo que se traduce en 12 victorias, 3 empates y 4 derrotas. Un total de 39 puntos, que sumados a los raquíticos 11, dan un total de 50 que ya les dieron el boleto a la liguilla matemáticamente con una fecha todavía por disputarse y dejaron el último pasaje disponible para que se lo disputen a muerte entre Columbus Crew y Montreal Impact.

EL SOCIO PERFECTO

En este periodo, Rooney también le sacó su mejor versión a varios de sus compañeros, más notablemente a Luciano Acosta. El argentino está explotando todo el fútbol que todos sabían tenia pero que se quedaba en promesa y en el mejor de los casos, con muestras a cuentagotas.

En sus primeros dos años en la liga, Acosta marcó ocho goles y registró 16 asistencias. En la actual, Lucho tiene 10 goles y pases para gol. Con decirles que hasta gol de cabeza anotó.

Además, la ofensiva produjo tantos goles que de Rooney para acá, solo la de Atlanta United tiene cifras similares de goles marcados en este periodo. En total tienen 60 anotaciones, solo superados en el Este por el superlíder Atlanta y el sublíder New York Red Bulls.

Con todo esto, pasaron de ser últimos a ser actualmente quintos del Este, y con chances de acabar como tercero. Se dice fácil, pero a principios del verano, nadie lo hubiera creído; hubiera sido una locura siquiera mencionarlo.

LA ROONEYMANÍA DESATA EL ROMANCE Y REVIVE LA PASIÓN DEL ‘PRIMER GRANDE’

A pesar de los números mencionados, y que son muy buenos, no hacen justicia a lo que ha traído consigo Rooney. El equipo encontró un estilo de juego de garra pero también de un fútbol ofensivo, agresivo, que hasta raya en lo espectacular por momentos.

Esto lo ejemplifico el mismo Wayne, el día que el romance de Rooney con la hinchada del D.C. y el mundo de la MLS, se hizo tan grande que el corazón no cupo en el pecho. Y era agosto, era el sexto partido de Rooney y lo que pudo ser un partido intrascendente ya que enfrentaba a dos de los peores hasta ese momento, término siendo una noche inolvidable.

Fue aquella, en la que el tiempo agregado, Rooney corrió más de 60 metros para como último hombre evitar el gol de la derrota con una barrida, para instantes después meter un centro que significo el gol del triunfo. Una jugada que queda para la historia grande. Un gol que desbordo la pasión de una hinchada que estaba adormecida, con el grito de pasión ahogado desde hacía muchos ayeres.

Esa mágica noche, quedo muy claro que Rooney no venía de paseo y que su compromiso iba mucho más allá de lo que pensaban hasta los más optimistas. Ese 12 de agosto, estalló la RooneyManía, el United se acordó que era un grande…hacía falta un gigante como Rooney para recordárselo.