Toronto FC podría hacer historia este miércoles, o en su defecto este fin de semana.
Con tan solo un empate en el partido que tiene en casa contra New York Red Bulls, el cuadro canadiense clasificará por primera vez en su historia a los Playoffs de la MLS. Incluso, así pierda el miércoles, una victoria de New York City FC el viernes sobre Orlando City SC también le dará la clasificación a Playoffs.
El club fue fundado en 2006 y comenzó a jugar en la MLS al año siguiente, pero desde entonces nunca ha podido buscar un título de liga. En su temporada inaugural fue el peor equipo de la liga con tan solo 25 puntos en 30 partidos y terminó último en la Conferencia del Este. Transcurrieron los años - 2008, 2009, 2010 y 2011 - y nada cambió. El equipo se mantenía de mitad de tabla para abajo e incluso en 2012 volvió a ser el peor equipo de la liga. De repente llegó el 2013, y aunque en lo futbolístico las cosas seguían igual, en la parte administrativa hubo un cambio de mentalidad que puso a Toronto FC en el map futbolístico mundial.
De repente, hacia el final del año, se encontraban vinculados a delanteros como Samuel Eto'o, Alberto Gilardino y Fabio Quagliarella. Finalmente, consiguieron la contratación de Gilberto, un brasileño que venía siendo figura en el Portugesa y de cuya firma estaban detrás clubes de la Liga MX y la Bundesliga.
Luego de que concretaron a Gilberto, dos contrataciones sorpresivas llegaron a Toronto para la temporada 2014 y de repente la promesa de llevar al equipo a un título comenzaba a ser latente. El mismo día fueron anunciados el delantero de la selección inglesa Jermain Defoe y el mediocampista de la selección estadounidense Michael Bradley.
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Semanas después se unía al equipo el portero de la selección brasileña Júlio César, y el equipo comenzó muy bien la temporada, aunque con algunos problemas defensivos. Después del Mundial de Brasil 2014, Júlio César se fue, Defoe se lesionó constantemente y Gilberto no podía solo con la responsabilidad de anotar goles.
Toronto concluyó la campaña en la séptima posición de la Conferencia del Este, cuando cinco equipos avanzaban a los Playoffs. Tan solo ocho puntos separaron al club de meterse a la postemporada, pero lo más duro para los aficionados fue perder esa posibilidad en las últimas cinco jornadas de la temporada.
En esos últimos cinco partidos perdió cuatro y empató uno, y tan solo consiguió anotar dos goles. La vez que más cerca han estado, se les escapó como si se tratara de una maldición.
Sin embargo, en 2015 un nuevo aire se respira en Toronto. Defoe se devolvió a Inglaterra, a Gilberto lo enviaron en préstamo a Brasil - ahora juega en Chicago Fire - y Bradley se convirtió en el capitán del equipo. El comienzo de la temporada llegó con dos nuevas contrataciones que, de nuevo, le devolvieron las esperanzas a la afición escarlata. Primero, el compañero de Bradley en la selección Jozy Altidore recayó en el club tras su desafortunado paso por el Sunderland, y finalmente desde la Juventus aterrizó el italiano Sebastian Giovinco.
Originalmente, el contrato de "La Hormiga Atómica" indicaba que comenzaróa a jugar con Toronto en julio, pero Giovinco no quiso esperar y se comprometió desde el comienzo con el club, pagó su cláusula de rescición y llegó a Canadá en enero. De ahí en adelante, la historia es otra para Toronto.
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Giovinco ha establecido récords históricos, tanto en el club como en la MLS, se ha convertido en la gran figura de la liga, desplegando un fútbol que quizás nunca se había visto, y de paso ha vuelto a la selección italiana de Antonio Conte. Irónicamente, Toronto podrá conseguir su primer boleto a los Playoffs este miércoles en el partido ante los New York Red Bulls sin la ayuda de Giovinco, quien se encuentra con la selección italiana para las eliminatorias a la EURO 2016, y no alcanzará a llegar a tiempo para el encuentro.
