El sol sale por el oriente dice la física y la naturaleza mientras que en las leyes del futbol, el astro bien puede salir del Estadio Internacional Khalifa en Qatar.
Japón consuma segundo resultado sorpresivo en Qatar 2022 al vencer a Alemania
Los 'samuráis' dan voltereta al conjunto de la 'Mannschaft' en un resultado que pone de cabeza al Grupo E.
Japón, los 'Samuráis' que llegan desde la tierra del sol naciente, emergieron para conseguir el segundo marcador sorpresivo del Mundial al dar la voltereta por 2-1 ante Alemania en la apertura del Grupo E.
Los demonios y dèja vus se mezclaron en el Estadio Internacional de Khalifa, el de esa Alemania pusilánime y errante que arrastró el negro, el rojo y el amarillo en Rusia 2018 y, por otra parte, el de esa Argentina que llegaba imponente a Qatar, que dominó el primer tiempo ante Arabia, que sufrió goles anulados y que sufrió una voltereta en el complemento.
De hecho, el 'Nationalelf' sufrió casi una calca de lo que vivió Argentina el día anterior, con un primer tiempo ampliamente favorable para los dirigidos por Hansi Flick, con Havertz de punta y Gündogan y Musiala como principales activos en el medio campo.
La 'Mannschaft' bombardeó por todos los medios posibles en busca de abrir el marcador, pero el portero Gonda y la inexactitud en el último remate dejaban vivir a unos asiáticos que ya empezaban a afilar la espada, pero que antes tuvieron que tropezar con el único tanto europeo en el cotejo, cortesía de Gündogan vía penal.
Si bien Alemania no renunció a buscar el segundo tanto en el resto del primer tiempo, lo cierto es que el cuatro veces campeón del mundo fue opacado en el complemento con las diagonales e incorporaciones en media cancha de elementos como Ito o Endo.
La velocidad, esa aliada de Japón desde su primer Mundial en Francia 1998, volvió a aparecer como si fuera una patente importante a la hora de hacer goles. Ritsu Doan a los 75' consiguió el empate y Takuma Asano a los 83' finiquitó el resultado histórico.
Sì, una calca de Argentina, pero que acumula también la decepción de hace cuatro años y medio: el sol naciente llegó a Qatar, pero no alumbra a todos, menos a unos alemanes que tienen ya una deuda lo suficientemente pesada como para que su historia empiece a tener unas grietas inesperadas, donde incluso no se cuela la luz del sol.