Con la elección de Lionel Messi al premio The Best, por encima de Virgil Van Dijk, la FIFA perdió la oportunidad de hacerles justicia y sacar del anonimato a los héroes anónimos del futbol.
Opinión | Aún sin premio, el mejor futbolista del mundo es Virgil Van Dijk
El Premio The Best 2019 se entregó a Lionel Messi, pese a que el holandés tuvo mayor peso.
Sí, el balompié tiene su arraigo es gracias a la euforia que provocan los goles. Eduardo Galeano describió al gol de manera insuperable como “el orgasmo del futbol”. No sirve tener el 80 por ciento de la posesión y disparar 20 veces al arco contrario si no hay gol y el rival en una oportunidad lo hace, pero la lectura de un deporte de conjunto no puede ser tan simplista como para premiar por estadísticas individuales y solo a los jugadores de ataque.
El Liverpool de Van Dijk sumó 97 puntos en la temporada pasada. ¡Noventa y siete! Es el 85 por ciento de los puntos que disputaron. Perdieron solo un partido y si no ganaron la Liga Premier, fue, literalmente, por centímetros, ya sea el del gol de Sergio Agüero en la victoria del City sobre el Burnley (1-0 final) o el que no le marcaron a Mohamed Salah en su partido del 3 de enero contra los mismos Citizens, cuando en la revisión del VAR se comprobó que una pequeñísima parte del balón no terminó de cruzar la línea.
El de Agüero entró por 11 milímetros y al de Salah le faltaron 29.5. Menos de tres centímetros en ambos casos. Bastaba con que uno de los dos se marcara diferente para cambiar el destino de esa Premier. ¿Suerte? No, el City ganó esa Liga de manera justa, pero si el Liverpool rompía su sequía del torneo doméstico y lograba el doblete Liga-Champions, el resultado de hoy de The Best sería diferente.
Al día de hoy, el Liverpool ha ganado 15 partidos consecutivos en la Liga Premier, entre el final de la temporada pasada y el inicio de esta. En la Liga doméstica más competitiva del mundo. Y en esos juegos, han recibido 12 goles. Recibieron menos goles que nadie (22) en toda la campaña pasada.
Además, secaron a la ofensiva del Barcelona -con Messi en el campo- en Anfield y a la del Tottenham en el Metropolitano para ganar la Champions.
¿Puede un equipo sin un defensa central sobresaliente lograr eso en los complicadísimos escenarios de Inglaterra y Europa?
Messi marcó 51 goles en toda la temporada. Sobresaliente, por decir lo menos. Cualquier elogio se queda corto. Ganó el Pichichi, la Bota de Oro y el Barcelona conquistó La Liga. Pero aún en premios individuales, cerrar su designación a estadísticas solo del futbolista es un contrasentido en un deporte de conjunto.
En torneos internacionales, el Barcelona de Messi fue humillado en la Semifinal por el Liverpool y en la Copa América -porque también cuenta lo ocurrido a nivel de selecciones-, Argentina fue derrotado con autoridad por Brasil, tras una primera ronda de la que no querrán acordarse.
La Holanda de Van Dijk llegó a la Final de la Liga de Naciones de la UEFA, derrotada ahí por la Portugal del otro nominado, Cristiano Ronaldo. Sin ser condescendientes, pero la ‘Naranja Mecánica’, recordemos, está en reconstrucción tras quedar fuera de Rusia 2018 y ser el segundo mejor de Europa es una gran renta para una nueva generación.
The Best no premia trayectoria, sino solo el año futbolístico. Si fuera lo primero, el único debate sería, al menos entre jugadores en activo, entre Cristiano y Messi. Pero en el ciclo de agosto de 2018 a julio de 2019, hubo un futbolista más influyente que ellos en lo que pasó en los grandes torneos.
Quien haya jugado futbol en modo competitivo, incluso en infantiles, sabe que a más cerca se juega de la portería, más cuestan los errores. Los porteros y los defensas están exigidos a llegar a la perfección en la cancha.
Un delantero puede fallar nueve veces, acertar en una y salir en hombros.
No, Messi no es el que falla nueve veces, Cristiano tampoco. Pero al final, el que alzó la ‘Orejona’ que tanto ansiaron ellos fue Van Dijk.