Querido Diego, parece que fue ayer cuando dejaste la tierra para subir al Olimpo de los dioses, 120 mil gargantas celebrando el campeonato mundial de la Argentina en el Estadio Azteca, tenías 26 años y hoy cumples 60. El mundo te vio hacer el gol del siglo y tú te cargaste a un equipo que no tenía ni a Sergio Ramos, Luka Modric, Xavi o Iniesta y lo sacaste campeón del mundo.
Opinión | Querido Diego, por esto eres el mejor futbolista
Maradona festeja su cumpleaños 60 y recordamos algunos pasajes de su vida futbolística.
Llegaste a Barcelona tras romper el futbol argentino, ¿te acuerdas cuando el ‘Loco’ Gatti te llamó gordito? Pobre, se comió cuatro pepinos tuyos en cancha de Vélez y Boca Juniors se enamoró de ti, te aplaudió el segundo gol desde la popular.
Goiko te rompió en el Camp Nou y te repusiste para llevar a un equipo olvidado hasta la gloria, los napolitanos te conocieron y fue amor a primera vista. “Ho visto Maradona”, dicen. Dos campeonatos de Italia y uno de Europa, lo máximo en su historia.
¿Qué te hace diferente, Diego? Aprendí a leer a los seis años y me regalaron dos libros del Mundial de México 86, ahí me enamoré de ti. Los textos, las imágenes, el primer partido contra Corea en CU, el juego contra Italia, la mano de Dios, el gol del siglo… A veces pienso que lo viví, que yo estuve ahí porque lo veo en mi cabeza, lo siento, lo vivo, lo grito, pero aún no había nacido.
Ho visto Maradona. Ese gol a Grecia en el 94, el último que hiciste con Argentina en un mundial y no lo sabíamos, mi primer mundial. Fue para mí, lo gritaste para mí, lo recuerdo bien. Estaba en la sala de mi abuelo viendo el juego, solo y marcaste ese golazo al ángulo a pase de Redondo, corriste hacia la cámara y me lo gritaste.
Ese es el mejor jugador de la historia, aquel que pone a equipos en el mapa, el que gana la Copa del Mundo sin Rivelino o Garrincha, el que la rompió en Europa y no jugando 50 mil amistosos. Ese eres tú, Diego.
Qué lástima que Nietzsche no te conoció, qué lástima que no estuvo contra los ingleses porque entonces se hubiera contradecido. Sí, sí existe.
Argentina te sentó junto a Odín en una época de héroes derrotados aferrándose a la “Mano de Dios” como revancha de Malvinas, donde algún familiar o amigo cayó defendiendo a la patria y el mundo se rindió a tus pies. Ahí te volviste eterno.
Celebro tu día, Diego querido, con mucho respeto y afecto. Felices 60 y que vengan muchos más, Barrilete Cósmico.