La cuarta estrella bordada en el legendario uniforme de la Selección de Italia está hecha de esfuerzos, de espectáculo, de polémicas, de errores y de figuras gestadas en un escenario a la altura, aquel que conquistara Jesse Owens ante la mirada del tercer reich: el Olympiastadion de Berlín.
Futbol Retro | Italia venció a Francia en una Final de Mundial memorable
Goles de vestidor, el cabezazo a Materazzi, el fin de una era, todo esto en Berlín.
La Final del Mundial de 2006 se anticipaba como una de las mejores de la historia con goles muy tempraneros tanto de Italia como de Francia, llegados a esta instancia de forma dramática. Materazzi y Zidane se encargaron de encender los ánimos en la capital alemana que veía cómo finalizaba un Mundial de ensueño (aunque no para la escuadra local).
Pero, de repente, todo se estancó en un mar de respeto al rival, imprecisiones, angustia, quizás pavor en el histórico escenario. Italia y Francia representaban los vestigios de la que serían dos generaciones doradas, la "Azzurri" con elementos como Del Piero o Pirlo, los "Bleus" con sus héroes del 98, encabezados por Zidane, la gran figura de la noche quien, sencillamente, no supo utilizar la cabeza.
Zinedine aplicó un tremendo cabezazo que será recordado por siglos a un Materazzi que lo provocó y logró su cometido. La tarjeta roja era lo de menos en el fin de una carrera ilustre, el daño estaba hecho y la leyenda estaba por venir. Los penales marcaron la resolución de un partido que acabó por tornarse dramático y con Gianluigi Buffon como estandarte de los italianos que veían alzarse con su cuarta Copa del Mundo.