Quienes lo vieron jugar para el Perú en las Copas América de 2015 y 2016 saben que lleva en los botines magia de la buena y de la blanca. Está para irse a Europa (otra vez), pero como ocurre con los ‘magos’, saca sus trucos solamente cuando es visitado por la inspiración.
'O Cuevadinha!' pasó sin pena ni gloria por la Liga MX y ahora está rompiéndola en Brasil
Ya lleva más goles con el Sao Paulo de los que metió con Toluca en un año; y enloquece a los brasileros con su mágica ‘cuevadinha’.
Christian Cueva llegó a la Liga MX comprado por los Tigres de la UANL, quienes lo cedieron a préstamo un año al Deportivo Toluca mientras se adaptaba al balompié azteca (como ocurrió con los colombianos Luis Quiñones y Francisco Meza en el Club Universidad).
En Toluca, se puso a las órdenes de José Saturnino Cardozo durante el Apertura 2015 y el Clausura 2016. Mas nunca halló acomodo en el once titular. El técnico guaraní prefería doble nueve con el argentino Enrique Triverio y el colombiano Fernando Uribe. ‘El Cuevita’ gusta de jugar libre detrás del goleador. Y por ello jamás se afianzó.
Pocos lo saben, pero el último club mexicano en jugar la Libertadores fue el Toluca, cuya campaña acabó cuando Cardozo misteriosamente puso a los suplentes a jugar en el Morumbí de Sao Paulo y los diablos cayeron vapuleados 4-0. Todos salieron cabizbajos. Pero ‘El Cuevita’ no.
Y es que, a la vuelta de la Copa América Centenario, el hábil peruano comunicó a través de sus redes sociales su fichaje por el Sao Paulo. “Llego al club más grande del Brasil y no puedo esperar más para ponerme a lo que mande el Profe”, dijo 'falando' en portugués con una sonrisa de oreja a oreja.
Tirando caños, haciendo bicicletitas y firuletes, pinchando penales y gambeteando al ritmo de los tambores y de la samba él está rompiéndola en la liga brasileña. Ya hasta tuvo que salir a aclarar que en el Sao Paulo no hay ‘Cuevadependencia’. Lo que sí es que ya no lo llaman ‘El Cuevita’, pues su nuevo apodo es ‘O CUEVADINHA’.
Si en la Liga MX apenas metió cuatro goles en 36 partidos, en el Brasileirao lleva ya siete en 18. Casi el doble de goles en la mitad de partidos. Mágico y espectacular.
Suele pasar: que el paso de un crack por una determinada liga quede desapercibido mientras que arriba a otra y empieza a romperla. Lo cierto es que ‘O Cuevadinha’ juega mucho mejor que ‘El Cuevita’.