El Crystal Palace dio la sorpresa de la jornada en la Premier League y ganó 1-2 al Chelsea en Stamford Bridge para ajustar el liderato de la liga inglesa, que, con la victoria del Tottenham 0-2 frente al Burnley, sigue en poder de los hombres de Antonio Conte siete puntos por encima del equipo de Mauricio Pochettino.
Crystal Palace asalta Stamford Bridge y el Chelsea encoge su ventaja
El conjunto de Antonio Conte dejó atrás una racha de 12 partidos sin perder con este resultado y le da esperanzas a otros clubes para conquistar la Premier League.
Pocos esperaban que el Chelsea cediera terreno en su estadio ante un club que lucha por no descender de categoría. El Crystal Palace llegaba a la cita con el cártel de víctima colgado en el cuello y al final rompió con todos los pronósticos.
Y eso que Cesc Fabregas adelantó muy pronto al Chelsea, en el minuto 5, con una llegada desde atrás para rematar una gran asistencia de Eden Hazard. Pero la alegría por ese tempranero tanto no duró mucho, porque entre el 9 y el 11, el Palace dio la vuelta al marcador con los tantos de Wilfried Zaha y Christian Benteke.
Entonces, el Chelsea acosó el área de su rival para chocar con el portero Wayne Hennessey. Lo intentaron Diego Costa, en dos ocasiones, Nemanja Matic y Cesc, pero se toparon contra el meta visitante, que llegó a ser aplaudido por la grada de Stamford Bridge. Al final, la derrota rompió una racha de 12 partidos sin perder del Chelsea y la Premier ganó un poco de emoción.
El Tottenham aprovechó ese tropiezo para coger un poco de impulso con una victoria trabajada en el campo del Burnley. Hasta el último tramo del choque, el equipo de Pochettino no fue capaz de hincar el diente a un club que lucha por no descender. Un barullo en el área tras el saque de un córner que acabó con un gol de Eric Dier, abrió la lata para alivio del Tottenham.
Después, en una contra bien culminada por Heung-Min Son, llegó el segundo. Con apenas cuatro ocasiones durante el partido, el Tottenham metió dos goles y sumó tres puntos para engancharse a la posibilidad de luchar por el título.
Antes, por la mañana, el Liverpool hizo su trabajo en el derbi ante el Everton y ganó 3-1 para asentarse en la tercera posición a falta del partido que tiene que disputar el domingo el Manchester City y con un encuentro más que los hombres de Pep Guardiola.
El equipo de Jurgen Klopp mantuvo la racha de victorias en los derbis para desesperación de su rival, que acumula 14 partidos sin ganar a su rival de Merseyside. En total, siete años sin ganar y, además, desde 1999 sin hacerlo en Anfield. En esta ocasión, el Liverpool pasó por encima de su rival sin contemplaciones.
Pese a salir con tres centrales, el Everton no pudo evitar el primer mordisco de su rival, que se adelantó con un disparo de Mané que pilló a contrapié a Joel Robles. Después, tuvo que abandonar el campo tras dejar clavada su rodilla izquierda en el césped.
Un pequeño desliz del Liverpool en un córner provocó el tanto de Pennington que fue un espejismo. Los "reds" siguieron a lo suyo y a los dos minutos Coutinho hizo una obra de arte para hacer el segundo. Después dio el tercero a Origi y se acabó la historia. El Liverpool fue mejor y lo reflejó en el marcador.
En el King Power Stadium, el Leicester volvió a ganar un nuevo partido desde que Claudio Ranieri dejó el banquillo tras el choque de ida de los octavos de final que disputó ante el Sevilla en la Liga de Campeones. Con Craig Shakespeare al mando, sumó su cuarta victoria seguida en la Premier League y la quinta consecutiva incluyendo aquel 2-1 que eliminó al Sevilla de Europa.
En esta ocasión, su víctima fue el West Ham, que perdió 2-0 en un partido en el que el Leicester tardó en arrancar, aunque lo hizo a lo grande, con un golazo de Wilfred Ndidi, que abrió el marcador con un disparo desde 25 metros con el que mandó la pelota a la escuadra derecha de la portería de Lee Grant.
Después, justo en la reanudación, Jamie Vardy frenó la tímida reacción del West Ham con otro golazo, el segundo de la tarde, tras aprovechar una asistencia de Danny Simpson con el que hizo el segundo con una volea espectacular. El Leicester, definitivamente, parece que ha vuelto. Justo a tiempo para espantar los fantasmas del descenso.
Mientras, el Manchester United de José Mourinho no pasó del empate sin goles frente al West Brom y podría acabar la jornada lejos de la cuarta plaza e incluso perder la quinta si el Arsenal gana el domingo al Manchester City.
Casi todas las ocasiones fueron para el United, pero la puntería no hizo acto de presencia en Old Trafford y ocasiones como las que tuvieron Marouane Fellaini, Henrikh Mkhitaryan y Marcus Rashford, que dispusieron de las más claras. Sin embargo, Darren Fletcher, con un disparo lejano que David de Gea desvió al palo, pudo dar la victoria al West Brom.
En el resto de partidos, el Hull remontó al West Ham para ganar 2-1 y rozar los puestos de salvación y el Watford ganó 1-0 al colista, el Sunderland, y ya está siete puntos por encima del descenso.