Quien fuera parte del milagroso Liverpool campeón de la Champions 2005 contra el AC Milan en Estambul, el noruego John Arne Riise, reveló en su autobiografía un penoso incidente relacionado con la adicción al alcohol de varios de sus excompañeros ante la complacencia de Steven Gerrard.
La borrachera del Liverpool FC que pudo terminar en piernas rotas y años de cárcel
El noruego Riise reveló cómo el alcoholismo de uno de sus compañeros causó una lamentable anécdota para el olvido.
"Era el 2007 y antes de jugar contra el Barcelona en el Camp Nou hicimos un campamento en Portugal. Rafa Benítez decidió permitir una convivencia exclusiva para jugadores con cervezas y copas de por medio, aunque durante la comida varios ya estaban completamente borrachos."
Riise explica un altercado con el galés Craig Bellamy y el irlandés Steve Finnan:
"En una mesa había un micrófono de karaoke. Craig lo tomó y comenzó a gritar que yo iba a cantar. Se la pasó gritando tanto que me sacó de mis casillas y yo le grité que se callara la $%*&# boca si no quería acabar mal conmigo. Yo me fui a dormir a la habitación que compartía con Daniel Agger. "
"Dejé la puerta del cuarto abierta porque Agger se quedó cenando. Pero a medianoche me desperté porque noté a alguien parado frente a la cama. Era Bellamy con un palo de golf gritándome como loco que no permitiría que nadie le faltara al respeto así mientras Finnan custodiaba la puerta".
"¡A mí nadie me hace eso frente a los compañeros y te voy a romper las piernas! ¡No me importa ir a la cárcel porque ya tengo mucho dinero para mandar a mis hijos a la escuela!" cuenta Riise que Bellamy le decía mientras tiraba palazos que dieron en la tibia y en la cadera del noruego.
Riise cuenta que era tal su nivel de adrenalina que no sintió el dolor en ese momento.
Dice que logró frenar a Bellamy invitándolo a arreglar las cosas como los hombres a puño limpio y así salió de su cuarto citándolo a las nueve de la mañana del día siguiente. Cuando el galés se marchó, Riise miró por la ventana cómo el guardameta polaco Jerzy Dudek era esposado sobre una patrulla.
Al día siguiente Riise fue acompañado de Agger al cuarto de Bellamy, pero nadie abrió la puerta.
Durante el desayuno ambos futbolistas se cruzaron frente a frente; Bellamy bajó la mirada. "Ya en el entrenamiento noté cómo los demás susurraban y se reían, lo cual me molestó porque cómo es posible que uno de mis compañeros me ataque y los demás se queden callados".
Bellamy fue multado y Benítez lo obligó a disculparse con Riise. Ya en el juego en Camp Nou, el galés asistió al noruego en el gol de la victoria del Liverpool y celebraron juntos.
"Fue la euforia del partido. Yo sé que nunca podremos ser amigos, aunque quizá eso ilustra que en el deporte profesional tienes que poner de lado experiencias así o usarlas para salir adelante."
"Después hablé con Gerrard y me dijo que no sabía cómo hice para contenerme. Que él en mi lugar le hubiera hecho a Bellamy sabe Dios qué cosas."