En su debut con la mítica camiseta de los "red devils", Juan Mata devolvió hoy la ilusión a Old Trafford tras ofrecer en la victoria ante el Cardiff (2-0) una pequeña muestra de lo que puede aportar el fichaje más caro en la historia del Machester United.
El discutido técnico del Manchester, David Moyes, dio entrada en el once inicial al mediopunta español y le situó por detrás del holandés Robin Van Persie, quien a los seis minutos anotó el primer gol local en su reaparición, tras once partidos alejado de los terrenos de juego por lesión.
Ambos invitaron a pensar que pueden formar una de las conexiones atacantes más peligrosas de la liga inglesa, a la que podría unirse Wayne Rooney -hoy en el banquillo- si decide continuar en Old Trafford o cambiar definitivamente de aires.
Ya en el calentamiento, el "teatro de los sueños" recibió a Mata con muchos aplausos y pancartas en las que alguna ya se le describía como el "salvador" de un equipo en hora bajas.
"Tuvimos oportunidades para anotar más de dos. La victoria era muy importante para el equipo", declaró el español al término del encuentro.
Aseguró que todo ha sido "muy emocionante para mí" y consideró que los aficionados son "increíbles", al tiempo que destacó el gran recibimiento que ha recibido de sus compañeros.
"Creo que fue un buen partido, estoy deseando mejorar. Intentaremos hasta el final (lograr una plaza para la Liga de Campeones). No nos rendiremos nunca", agregó el debutante.
El Manchester United ha puesto muchas esperanza en que el español, que se ha adjudicado el dorsal "8", para dar el salto de calidad que necesita para abandonar la mediocre séptima plaza que le aparta, de momento, de los puestos que dan acceso a la Liga de Campeones.
Aunque en el dibujo de Moyes Mata le guarda las espaldas a Van Persie, el internacional español tuvo hoy libertad para moverse por todo el frente del ataque "red", si bien los primeros minutos, como cohibido por el significado de la noche, comenzó más retrasado.
Pero también desde ahí demostró su calidad el asturiano cuando a los cinco minutos envió un centro largo y preciso a Patrice Evra con el que logró saltarse la línea de presión del equipo galés.
El pase del lateral francés desde la izquierda lo cabeceó al larguero Antonio Valencia y, aunque el meta David Marshall logró salvar un primer remate de Robin van Persie, el siguiente disparo del holandés acabó en el fondo de las mallas.
A partir de ese momento, Mata adelantó un poco más su posición y el juego del United comenzó a gravitar sobre él.
El ex del Chelsea hasta la pasada semana se ofrecía a sus compañeros con un fútbol de toque "typical spanish", aportando soluciones tanto en la banda derecha como en la izquierda e intentando sorprender por el centro.
El United tuvo oportunidad de aumentar el marcador con otro balón envenenado de Mata que buscó la espalda de los defensas del Cardiff, pero Ashley Young, en carrera, no llegó por centímetros al pase de su nuevo compañero. Young marcaría en el minuto 59 el gol de la tranquilidad para los "diablos rojos".
Con la entrada de Rooney en la segunda parte por Van Persie, Mata comprobó que el delantero inglés puede ser un otro buen socio. El mediopunta buscó y conectó a menudo con el "diez" rojo.
Con poco ritmo de juego, a Mata quizá le faltó un poco de chispa para acertar con el gol en el minuto 62, cuando su disparo lo atajó sin problemas el meta.
Lo volvió a intentar en el 83 tras una internada por la banda de Evra, cuyo pase atrás lo remató con suavidad, como para colocar, el español.
Tres minutos después, Moyes decidió dar descanso a Mata, quien se fue de Old Trafford en medio de una sonora ovación tras cumplir con nota y agradeciendo a los seguidores su apoyo.
El técnico escocés ya había advertido antes del encuentro de que aún es demasiado pronto para "esperar demasiado" de su pupilo y de que, posiblemente, "no iba a aguantar los noventa minutos".
"Queremos retomar la dinámica ganadora esta noche. Juan Mata juega, no hay mucha presión sobre él, pero tal y como ha ido todo sentía que podía empezar con él", declaró Moyes.
Mata, de 25 años e internacional con la selección española, no ha disputado un partido de fútbol desde el día de Año Nuevo, mientras que su ritmo de competición tampoco es el ideal debido a que su extécnico en el Chelsea, José Mourinho, no ha contado demasiado con él desde el comienzo de la temporada.