Ha vuelto Mauricio Pochettino, uno de los entrenadores más laureados en los años recientes por el trabajo que realizó en Southampton y Tottenham, clubes con objetivos distintos en la Premier.
Raúl Méndez | Pochettino, la esperanza del PSG
El argentino tiene el reto de demostrar que puede lidiar con los egos de sus figuras con mayores recursos.
Con los Saints la premisa fue alejarse de los puestos de descenso y en los Spurs la meta era consolidarlos dentro del Big Six y se quedaron muy cerca de su primer título de liga desde 1961 y a un triunfo de coronarse en la Champions.
Al igual que su maestro Marcelo Bielsa, se distingue por un estilo ofensivo y la apuesta por los jóvenes con la que se ganó el reconocimiento del futbol inglés a tal grado que fue considerado para dirigir a los Tres Leones antes que Gareth Southgate fuera promovido en definitiva al cargo de seleccionador de la mayor.
Harry Kane, Dele Alli, Kieran Trippier, Harry Winks, Eric Dier, Adam Lallana, Luke Shaw, Callum Chambers y James Ward-Prowse son algunos de los jugadores impulsados por el argentino que posteriormente recibieron el llamado de su representativo nacional.
Tras su inesperada destitución del Tottenham en noviembre del 2019, tan sólo cinco meses después de guiarlos a la final europea contra Liverpool, su nombre fue vinculado con los grandes del Viejo Continente. Era el primer candidato disponible en el mercado.
En España se le veía como posible relevo de Zinedine Zidane en Real Madrid y dividió a la afición del Barcelona cuando se manejó la posibilidad de contratarlo para suceder a Ernesto Valverde y luego a Quique Setién porque en sus días al frente del Espanyol juró que no dirigiría al eterno rival de la ciudad condal.
Sonó en Italia con la Juventus luego del despido de Mauricio Sarri.
Su prestigio en Inglaterra auguraba que tarde o temprano tomaría las riendas del Manchester United, pero en un movimiento inesperado, Paris Saint Germain se lo ha llevado después de darle las gracias a Thomas Tuchel.
Caprichoso el destino en involucrar a Pochettino y Tuchel. Coincidentemente son los entrenadores que perdieron las dos últimas finales de Champions y también el crédito de sus equipos que en la primera “crisis” decidieron prescindir de sus servicios.
Igual sorprende que PSG haya apostado por Poche porque en el papel son de perfil distinto. Los dueños cataríes han invertido una fortuna para dominar el futbol francés, pero sus millones no han sido suficientes para satisfacer su mayor ambición de ganar la Champions. Por ello, han plagado el plantel de figuras naturalmente difíciles de conjuntar en un equipo. Parecía que estaban a un paso de conseguirlo bajo el mando del alemán.
Ya pasaron por el banquillo parisino sin el éxito continental Carlo Ancelotti, Laurent Blanc, Unai Emery y el mismo Tuchel. Estilos distintos en la dirección.
A Pochettino se le conoce por trabajar con jóvenes naturalmente ávidos de aprender pero luego se le cuestionó en Tottenham si podía mantener el nivel de los jugadores en un proceso de maduración y por eso Daniel Levy, el polémico presidente del club, recurrió a la experiencia de Jose Mourinho para dar el salto de calidad y aspirar a ganar títulos.
Ahora el argentino tiene el mayor reto de su carrera: Demostrar que puede lidiar con los egos de sus figuras, con mayores recursos a la mano llevar al PSG de Mbappé y Neymar a la cima con un estilo basado en el juego colectivo.
En su camino ya dirigió mujeres, jóvenes y ahora va por los consolidados.
Hasta la próxima semana. Cuídense mucho, por favor.