Hugo Lloris y Heung-Min Son, del Tottenham, protagonizaron un altercado al final del primer tiempo contra el Everton, en duelo por la Premier League. Camino a los vestidores, el portero se acercó al coreano para reclamarle airadamente, mientras Giovanni Lo Celso intentó llevarse al atacante que volteó para responderle al francés en un tono nada amistoso. Harry Winks tuvo que llegar corriendo para detener al campeón del mundo.
Son y Lloris casi llegan a las manos camino al vestidor
Ambos jugadores protagonizaron un incidente al final del primer tiempo contra el Everton.
Molestos con la toma de decisiones particulares durante el primer lapso, Son y Hugo Lloris no se guardaron nada. Ambos jugadores se gritaron de todo cara a cara pese a que el Tottenham iba ganando 1-0 contra el Everton. Pese a que José Mourinho, entrenador de los Spurs, ya se había marchado al vestidor seguro fue avisado y pudo platicar con ambos.
"No, es normal. Soy el último en llegar al vestidor porque vengo del otro lado, porque ahora están en el lado opuesto del banco", dijo el estratega portugués.
"Cuando estaba llegando, solo vi lo último (del incidente entre Hugo Lloris y Son), no estaba allí, pero cuando llegué al vestuario, todo había terminado y se estaban abrazando", continuó.
Para su mala fortuna, las cámaras lograron captarlos en el momento justo donde se enfrentaron por alguna mala decisión, seguramente, durante el partido que dominaba el Tottenham sin mayor problema.
Las reacciones en las redes sociales no se hicieron esperar en tono gracioso, algunos usuarios destacaron el entrenamiento militar que recientemente recibió Heung-Min Son, tras aprovechar la cuarentena originada por el coronavirus, durante la presentación de su servicio militar en Corea del Sur.
El incidente no pasó a mayores y seguramente ambos jugadores platicaron sus diferencias con mayor calma durante el descanso, pues al salir al segundo tiempo las cámaras los buscaron y se les vio darse un abrazo en tono amistoso. Al final son cosas del futbol, lo que pasa en la cancha, se queda en la cancha.
"Lo que sucedió fue que el último minuto de la primera mitad terminó con un disparo de Richarlison, un disparo que era diagonal desde el lado derecho y Hugo pensó que, en ese minuto del partido, los delanteros deberían hacer un poco más y eso estaba discutiendo con Sonny. Cuando llegué al medio tiempo, solo quería asegurarme de que los jugadores entendieran que estaba muy feliz con eso y cuando les dije eso, creo que se dieron cuenta de que nada estaba mal y que siguiéramos adelante", explicó Mourinho.