BERLÍN, Alemania. Mayo 29, 2016.- La derecha radical alemana se marcó un autogol, al pretender que Jèrôme Boateng, pieza clave del poderoso Bayern Múnich y de la Selección campeona del mundo, sería un vecino indeseado para un ciudadano 100 % germano debido a su origen ghanés.
Racismo en Alemania
La ultraderecha alemana llama 'vecino indeseable' a Jerome Boateng, seleccionado y jugador del Bayern Múnich, por su origen africano; gobierno defiende al futbolista
"A la gente le parece un buen jugador. Pero no quisieran a un Boateng como vecino", afirmó Alexander Gauland, vicepresidente de Alternativa para Alemania ( AfD), según " Frankfurter Allgemeine Zeitung", referente de la prensa seria y conservadora del país.
La alusión remite al origen del jugador e incide en la tradición ultra de cuestionar a los internacionales de origen extranjero.
Boateng nació en Berlín, de madre alemana y padre ghanés, y es uno de los jugadores más valorados del país, a lo que une su reputación de ciudadano comprometido con proyectos de ayuda a la infancia y a la lucha contra la leucemia.
Al pronunciamiento de Gauland siguieron reacciones encendidas desde el Gobierno y las filas de la canciller Angela Merkel, así como de la Federación Alemana de Futbol ( DFB).
"Sin nivel e inaceptable", sentenció desde su cuenta en twitter el ministro de Justicia, el socialdemócrata Heiko Maas, para añadir que con tales pronunciamientos AfD se está "desenmascarando".
"Mejor Boateng que Gauland como vecino", apuntó la vicepresidenta de la Unión Cristianodemócrata ( CDU) Julia Klöckner, a la que se ha visto como sucesora de Merkel al frente del partido.
Es "sencillamente de mal gusto", apuntó el presidente de la DFB, Reinhard Grindel, quien destacó que Boateng, además de un insustituible jugador, es un modelo para los jóvenes.
El manager de la selección, Oliver Bierhoff, recordó que esos pronunciamientos no son nuevos, en alusión a los acosos sufridos en el pasado por jugadores de origen polaco -como Lukas Podolski y Miroslav Klose-, turcos - Mesut Özil- o tunecino - Sami Khedira-, independiente de si nacieron ya en el país.
En medio de la tempestad desatada ahora por la inmersión en lo futbolístico, la propia presidenta de AfD, Frauke Petry, pidió de inmediato disculpas a Boateng.
Casi en paralelo se difundió otra declaración de Gauland, en que afirma no haber pretendido insultar al jugador, sino "describir" los sentimientos de "ciertos ciudadanos", lo que según él ocurrió en una conversación informal con ese medio.