Otorgar un premio que reconozca el rendimiento individual en un deporte colectivo siempre será motivo de debate.
Raúl Méndez | Y The Best es para...
Otorgar un premio que reconozca el rendimiento individual en un deporte colectivo siempre será motivo de debate.
En el caso del galardón que otorga la FIFA es tan cuestionable como su origen mismo.
Históricamente, Europa ha marcado la tendencia a seguir en cada aspecto del juego.
En el caso de reconocer al mejor futbolista France Football fue la primera publicación en hacerlo realidad cuando en 1955, buscando legitimidad de los ingleses, otorgó el primer Balón de Oro a Sir Stanley Matthews, una auténtica leyenda del futbol británico, pero que entonces contaba con 41 años de edad. Superó en las votaciones a Alfredo Di Stéfano, Raymond Kopa y Ferenc Puskas, ninguno con más de 30 años de edad.
Desde sus orígenes, el premio fue reservado exclusivamente para quienes tuvieran pasaporte europeo y jugaran en el Viejo Continente. De ahí que Pelé y Maradona pasaran inadvertidos.
¿Reconocer al mejor futbolista es responsabilidad de la federación que regula el deporte o de la prensa especializada que lo cubre? ¿Ambos deben ser independientes? ¿Cuál tiene mayor valor?
Hasta 1991 FIFA decidió premiar al futbolista más destacado y hasta acordó la fusión de su FIFA World Player con el Balón de Oro del 2010 a 2015.
La del 2019 fue la cuarta entrega del The Best que en el mismo nombre resulta pretencioso: el mejor.
Por mucho esfuerzo en establecer los supuestos lineamientos a considerar para el voto sigue siendo un acto enteramente subjetivo.
El que vota lo hace basándose en su gusto, preferencia, nacionalidad, club al que pertenece, agente, patrocinador, etc.
Regularmente no toman en cuenta el año FIFA; escoger al mejor de la temporada regular como sucede con los premios MVP que se reparten en el deporte estadunidense, por ejemplo.
Tampoco 'justo' es un adjetivo muy común en estos premios si se considera lo hecho por Van Dijk en la reciente campaña: fue electo el mejor jugador de la Liga Premier por el propio gremio de futbolistas cuando en Inglaterra Manchester City lo ganó todo.
El holandés derrotó a los citizens Raheem Sterling y Bernardo Silva.
Sin ser el capitán lideró a los Reds durante toda la temporada en una muestra de cómo una posición, la de defensa central, puede potenciar a un equipo que apenas un año antes había sido superado ampliamente por Real Madrid en una final de Champions League.
La misma UEFA apenas lo reconoció como el mejor por delante de Messi y Cristiano Ronaldo.
En el caso de los votantes mexicanos, en las categorías de entrenador y capitán, así emitieron sus preferencias: Gerardo Martino eligió a 1. Van Dijk, 2. De Jong y 3. Hazard. Ni Cristiano ni Messi, o sea que el 'Tata' solamente consideró a uno de los tres finalistas. En contraste, Guillermo Ochoa sí lo hizo: 1. Messi, 2. Van Dijk y 3. Cristiano Ronaldo.
La unanimidad en la decisión es casi imposible. En años de Mundial o torneo continental como la Euro y Copa América pueden inclinar la balanza sin que sea una regla no escrita.
Ni el ciclo virtuoso de España (Euro-Mundial-Euro) o la reconquista mundial de Alemania (2014) se tradujo en un premio individual para Casillas, Xavi, Iniesta, Neuer, Müeller o Klose. Sin embargo, el croata Luka Modric destronó el reinado Messi-CR7 el año pasado y sin ganar el Mundial de Rusia.
El triunfo del balcánico acabó con la supremacía del duopolio y parecía abrir el premio a jugadores que no suelen ocupar los reflectores, generalmente predestinados a los goleadores, siempre asociados con el espectáculo, lo que les hace tener los mejores sueldos y contratos publicitarios.
Esta vez parecía que Van Dijk se uniría a Franz Beckenbauer y Fabio Cannavaro como los únicos defensas en levantar el trofeo pero...
En ese concepto del The Best, ¿quién en la actualidad puede ser considerado además de Messi y Cristiano Ronaldo?
Hasta la próxima semana.