Nuevas imágenes multiplicadas a través de las redes sociales exhiben que la violencia no solamente alcanzó al omnibús de Boca Juniors, sino que se propagó entre gente sin boleto en la proximidad del estadio de River Plate.
Bombas de estruendo y balas de goma en las cercanías del Monumental
El ministerio de seguridad de la Ciudad de Buenos Aires es duramente cuestionado por la logística y protocolo de seguridad del River-Boca.
Usuarios de Twitter han criticado el trazado de la ruta de la comitiva visitante a través de calles y avenidas donde entraban en contacto con los barras bravas del equipo local.
Asimismo, hay videos que muestran a individuos con camiseta de River Plate peleando entre ellos para forzar los accesos al estadio de manera violenta.
Los periodistas argentinos han citado al presidente de la república, Mauricio Macri, quien hace poco declaró categóricamente que no existían condiciones para permitir la entrada de afición visitante.
Al tiempo que se hizo oficial el aplazamiento de la final River-Boca para el día domingo, el máximo dirigente de River Plate, Rodolfo D'Onofrio, sostenía una entrevista para la televisión la cual fue interrumpida por una estampida humana.
El desalojo de la afición del estadio Antonio Vespucio Liberti de River se dio entre el malestar de quienes esperaron más de seis horas dentro de las gradas.
Muchos plateístas de River Plate debieron reingresar al estadio luego de que las condiciones de seguridad a las afueras del inmueble no estaban garantizadas. Tampoco se conoce cómo desalojarán a los jugadores.