Roberto Carlos, el futbolista que desafió las leyes de la física

El nacido el Sao Paulo el 10 de abril de 1973, es recordado por sus grandes hazañas deportivas con los merengues. Consiguió cuatro ligas, tres supercopas, tres Champions, una Supercopa y dos Mundiales de Clubes. Por si fuera poco, consiguió la Copa Mundial de la FIFA de 2002.

Con tan sólo doce años tuvo que trabajar en fábricas para sacar a su familia adelante. En 1989 tuvo sus primeros entrenamientos y a los 16 años ya formaba parte de la Sub-20 de Brasil, augurando un futuro prometedor.

A los 19 fichó por el Atlético Mineiro y en 1993 llegó al Palmeiras, con quienes conquistó dos ligas. Llegó al Inter en 1995 y al siguiente año inició su historia con el Real Madrid. El extraordinario zurdo destacó en un equipo plagado de estrellas.

Compartió vestidor con Fernando Hierro, Luis Figo, Zinedine Zidane, Raúl González, David Beckham y Ronaldo, entre otros. La UEFA lo nombró el mejor defensa de la Champions League dos ocasiones consecutivas.

Pero su mayor hazaña futbolística llegaría vistiendo los colores del combinado brasileño el tercer día de junio de 1997.

En el marco de un torneo amistoso jugado en Francia, que funcionó como antesala del Mundial de 1998, sucedió la ‘final adelantada’ entre las selecciones de Brasil y Francia.

Aproximadamente al minuto 20, Vieira, quien entró por Karemebeu, cometió falta sobre Romario, cerca del centro de la cancha. Fue entonces cuando Roberto Carlos tomó el balón, miró el pivote del esférico y lo acomodó a placer y preparó el histórico gol.

El brasileño se ubicó a 35 metros de Fabien Barthez, el arquero francés. Retrocedió 18 pasos y con la zurda hizo el potente disparo que terminó al fondo de la portería y se quedaría clavado en los anales del futbol.

Durante años se habló del impactante gol del astro brasileño. Incluso, fue material para programas televisivos especializados en ciencia. La explicación científica fue la siguiente.

Después de recrear el gol en con máquinas y balones bajo el agua, guardando las proporciones de densidad, descubrieron que el balón realiza una trayectoria en forma de espiral, por lo que la distancia jugó un papel fundamental.

Si la distancia entre el tiro y ‘la meta’ no es suficiente, sólo se observaría la primera parte de la curva. El brasileño declara que sólo buscaba meter el balón en la portería tomando en cuenta los jugadores que hacían la barrera.

Pasados los gloriosos días vestido de merengue, jugó en el futbol turco durante tres temporadas. En 2010 regresó a su tierra natal para derrochar talento en Corinthians y un año después jugó en el máximo circuito del balompié ruso.

Su retirada oficial fue el 9 de marzo de 2012, aunque en 2015 jugó tres partidos oficiales en el futbol de la India. Robert Carlos da Silva siempre será recordado como el jugador de la zurda increíble.