España va desplegar medidas de seguridad sin precedentes para la final el sábado de la Liga de Campeones en Madrid, dijeron las autoridades el martes.
Seguridad sin precedentes para final de Champions
España despliega medidas de seguridad sin precedentes para la final de la Liga de Campeones en Madrid, que se juega el próximo sábado.
Funcionarios españoles dijeron que la operación policial para la final entre Liverpool y Tottenham será la mayor para un evento deportivo en la capital española. Las medidas rebasarán las implementadas para la final de la Copa Libertadores el año pasado entre Boca Juniors y River Plate, un partido también declarado de "alto riesgo" por las autoridades.
El director de la Policía Nacional Francisco Pardo dijo que se garantizará a los ciudadanos una operación de seguridad poderosa para los días que rodean la final, dada la presencia de un gran número de hinchas en la ciudad.
Las medidas de seguridad fueron discutidas el martes en una reunión de casi dos horas en Madrid de funcionarios de diversas áreas de seguridad y miembros de la UEFA.
Más de 4.700 agentes de seguridad participarán en la operación, que por primera vez incluirá el uso de drones para monitorear la actividad de los hinchas. Los vehículos pesados no tendrán acceso al área colindante al Estadio Wanda Metropolitano el día de la final y los hinchas pasarán por rigurosos chequeos de seguridad para poder llegar a la instalación.
Los funcionarios dijeron que España mantendrá el nivel de alerta de terrorismo en el país en 4, indicador de alto riesgo. Ha estado en ese nivel desde el 2015.
Se espera que más de 30.000 hinchas ingleses viajen para ver la final en el Metropolitano, que tiene capacidad para 68.000 y es el estadio del Atlético de Madrid.
Liverpool y Tottenham recibieron 17.000 boletos cada uno para sus hinchas, pero las autoridades españoles esperan que muchos más hagan el viaje sin boletos ni alojamiento reservado, lo que eleva las probabilidades de problemas.
Las autoridades dijeron que se implementarán medidas extra para mantener a los grupos de hinchas rivales separados desde el momento de su arribo a aeropuertos y estaciones de trenes en Madrid hasta su salida de la ciudad.