Ya no se peleaba un campeonato, pero sí el orgullo de Italia. Y es justo eso lo que caracteriza a Cristiano Ronaldo, quien no permitió que su equipo cayera ante un Inter que tuvo aficionados en las tribunas que le recordaron a la Juventus su eliminación de la Champions League.
Entre burlas del Inter y el gol 600 de Cristiano, la Juventus consiguió el empate en el Clásico italiano
Nadie olvida la Champions: la afición local le recordó a los de la vecchia signora su eliminación, mientras su equipo se mantiene en puestos de la competición europea.
Fue justo el ambiente previo al cotejo el que puso saber a todo. Un mosaico del tamaño de la cabecera decía "Game Over"; otros aficionados más sacaron recortes de un limpiador con el nombre del Ajax. ¿De qué manera podía pasarle el trago amargo a la vecchia signora su pronto adiós de la competición europea? No cayendo ante el Inter.
Y al minuto 7 parecía que no lo lograría. El gol de Radja Nainggolan le abrió la puerta al cuadro local para sentir supremacía y pegarle más en el ego a los visitantes. Quizá no contaban con la astucia de Cristiano, de ese jugador que no se deja pisotear.
Fue al 62' cuando tomó el balón, lo tocó para la derecha, se lo regresaron, lo acarició hacia el centro, lo volvió a tocar y anotó. Parecía sencillo, pero, en realidad, así lucen siempre las jugadas que conduce el portugués quien, de la mano de su equipo, sigue de líder y campeón absoluto de la Serie A, mientras que el Inter se quedó en el tercer sitio.