Pese a que en ningún momento hubo que reanimar al jugador, y para mayor seguridad, Ndicka pasó la noche en observación en el hospital Santa María de la Misericordia de Údine, donde este lunes se someterá a nuevas pruebas para valorar su estado y planificar su traslado a Roma.
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No habrá boletines médicos por parte del hospital y será el Roma el que gestione toda la comunicación sobre el estado de salud del central.
El equipo romano ya tranquilizó, a última hora de este domingo, al mundo del futbol con una foto en la que posó consciente, acompañada de un comunicado en el que señalaba su "buen humor".
Su entrenador, Daniele De Rossi; su capitán, Lorenzo Pellegrini; y la consejera delegada del club, la griega Lina Soulokou, pudieron entrar en la habitación este domingo para intercambiar algunas palabras con él.
El resto de compañeros, que acudieron junto con el cuerpo técnico al hospital, con las noticias tranquilizadoras al respecto, emprendieron el regreso a Roma una vez estabilizada la situación.
Udinese y Roma deberán disputar, en fecha por definir, los casi 20 minutos de partido que faltan, con un empate a 1 en el marcador, tras los tantos de Pereyra y el belga Romelu Lukaku, que marcó el gol 300 de su carrera.
