Agredidos el martes durante un entrenamiento por una banda de ultras enmascarados, los jugadores del Sporting Portugal valoran participar el domingo en la final de la Copa de Portugal.
Sporting de Lisboa analiza no jugar la final de Copa tras la agresión
Los jugadores y la directiva analizan si jugarán la final de la Copa debido a las agresiones sufridas por ultras del equipo.
Los jugadores, conmocionados por lo sucedido, se reunieron con el sindicato de futbolistas para tratar la respuesta a lo sucedido el martes y, según los medios portugueses, valoraron una posible ausencia en la final de Copa contra el Desportivo das Aves. Incluso se plantean la ruptura de sus contratos con el Sporting.
"Estoy decepcionado por la imagen que ha proyectado Portugal al mundo. Decepcionado porque Portugal es una potencia en el fútbol profesional y decepcionado por la gravedad de lo que pasó", declaró el presidente de la República Marcelo Rebelo de Sousa.
Un grupo de unos 50 ultras enmascarados invadió el martes el entrenamiento del Sporting Portugal en la Academia -su centro de prácticas- y agredió a los jugadores y a miembros del cuerpo técnico, además de causar destrozos en las instalaciones.
Durante el ataque, que duró unos 15 minutos según los medios portugueses, los ultras activaron las alarmas anti-incendio con la ayuda de bengalas y golpearon al personal con cinturones.
En las redes sociales se puede ver una foto del internacional holandés Bas Dost con una herida en la cabeza y vídeos con los vestuarios destrozados.
"Fue una situación de ansiedad y estamos todos en 'shock'", declaró Dost al diario holandés Algemeen Dagblad.
También fueron agredidos el internacional argentino Marcos Acuña y el internacional croata Josip Misic también están entre los agredidos.
El técnico Jorge Jesus recibió un golpe en la cabeza. Tras la agresión, se suspendió el entrenamiento y varias personas fueron arrestadas por la policía.
"Hemos procedido al arresto de 21 personas y hemos incautado vehículos y objetivos que utilizaron en la agresión", precisó el martes la secretaria de Estado adjunta al ministerio del Interior Isabel Oneto, en una conferencia de prensa.
Desde el Sporting a la Liga Portuguesa, pasando por el gobierno y la Federación Portuguesa de Fútbol, el ataque ha sido condenado desde todas las instituciones del país, indignado por lo sucedido.
La Juventude Leonina, el más antiguo y numeroso grupo de aficionados, condenó también "los actos lamentables".
"La Juventude Leonina cuenta con 7,000 aficionados. Lamenta profundamente lo que ha pasado y no se reconoce en esos comportamientos", señaló en un comunicado publicado en las redes sociales.