Laura Bozzo regresa a las andadas luego de que estuviera a punto de morir y salvara la vida gracias a cinco cirugías, las cuales fueron para remediar una negligencia médica ocurrida en Perú hace casi un año.
Tras sobrevivir a cinco operaciones, Laura Bozzo reaparece con niños dentro de una cárcel
En ésta pausa de la televisión planeó otro programa, escribió un libro y piensa crear su propia fundación para brindar defensa legal gratuita a personas de bajos recursos como las mamás que visitó en el penal de Acapulco.
Univision Entretenimiento platicó con la también abogada, quien nos contó su encuentro con la muerte: “El 24 de octubre de 2016 el médico Álvaro Muñiz en Perú me operó, ahí me quité el útero, los ovarios y todo lo demás para evitar cualquier problema porque tenía quistes, a la hora de sacarme todo, el médico se equivocó y me cortó el intestino, me dejaron con un hueco en el estómago y estuve al borde de la muerte, obviamente me vino un choque séptico que casi me mata”.
“Luego de eso, me tuvieron que operar por segunda vez y ahora me conectaron mal el intestino. En medio de la situación del estómago abierto, me fui a México para ir con un doctor que me recomendó el papá de Jaime Camil y que tuvo que operarme dos veces más para que estuviera bien”.
Laura, también tuvo otro golpe bajo, la aparición de un quiste en el seno que también le extirparon y que hoy la tiene integra, fuerte y en pie.
La conductora confiesa el miedo que sintió pero que le ha dado valor para seguir trabajando: “En un momento pensé que iba a morir, vi la muerte cara a cara, me inflé como un pez globo y todo mi cuerpo estaba contaminado, al parecer ya no había más que hacer. En el fondo yo lo único que pensaba era respecto a qué pasaría con mis metas en la vida, siempre he creído en todas las señales, ese día, la imagen de la Virgen de Guadalupe estaba ahí, en Perú, esa fue para mí una señal de que todo iba a salir bien y en ese momento yo supe que no me iba a morir”.
Ahora, comenzó a trabajar en zonas del puerto turístico de Acapulco donde en una cárcel de mujeres llevó calma y buenas noticias: “Estuve con los bebés de las reclusas y había 18 bebés de las reclusas los cuales no tenían carriolas, ni pañales y pues de eso me hice cargo, para que tengan mejores condiciones. En Navidad quiero inaugurarles una sala de juegos para que los niños tengan una vida más fácil y un poco más cómoda”.
La periodista por ahora lleva 30 casos jurídicos en proceso de resolver de persoonas que la han contactado por redes sociales, además de un libro y una fundación que son el legado que quiere dejar antes de morir.
“Necesito tener mi propia fundación u organización sin fines de lucro para poder ayudar más gente, aunado al libro que voy a escribir y que tengo que entregar ya para su publicación. El próximo año comienza el programa, y ese libro será el testimonio que deje antes de morir”.