Urgido de levantar el pesadísimo 3-0 en contra de la ida en Anfield Road, Josep Guardiola apostó por aglutinar gente de condiciones ofensivas adelante para intimidar al Liverpool FC, acorralarlo atrás y provocar sus equivocaciones. Se trató pues de una estrategia más psicológica que táctica.
Análisis Táctico: Klopp establece su paternidad sobre Guardiola
La escuadra del alemán no se achicó ante el vendaval del City y permaneció bien organizada jugando con la desesperación de Pep.
Y es que la línea de tres defensas centrales del virtual campeón de la Premier League (Kyle Walker, Nicolás Otamendi y Aymeric Laporte) saltó al campo a sabiendas de que se quedarían mano-a-mano con los tres atacantes 'reds': Sadio Mané, Roberto Firmino y Mohamed Salah. Matar o morir desde el minuto uno.
Pero Guardiola es un DT que suele jugar tanto con la pizarra como con la mente del rival a través de la intimidación. Decidió arriesgarse completamente atrás a fin de disponer de cuatro piezas en el círculo central (Fernandinho, De Bruyne, David Silva y Bernardo Silva) y superar numéricamente al trío de mediocampistas de Jürgen Klopp: James Milner, Georginio Wijnaldum y Alex Oxdale-Chamberlain.
Su objetivo era contar con un mediocampista más que el adversario para dominar la posesión, generar oportunidades y reducir las posibilidades de contragolpes enemigos. Al minuto 29 el plan del míster catalán parecía funcionar cuando Silva, (el español), pisó el extremo izquierdo zafando la marca de Oxdale-Chamberlain y alzando un servicio que culminó en un disparo de Silva, (el portugués), quien a su vez se había desmarcado de Milner.
Desbordado por el City en zona medular, el Liverpool comenzaba a pasarla mal... hasta que Klopp realizó el movimiento ganador sin necesidad de mover el banco de suplentes. Desplazó al egipcio Salah (quien no estaba al 100% físicamente) hacia la posición de nueve y retrasó al brasileño Firmino a la banda izquierda. De este modo, los visitantes en el Etihad pasaron de jugar con tres en la media a jugar con cinco (con Mané en la banda derecha).
El reporte táctico de la Uefa permite apreciar a Salah (número once) como el futbolista más adelantado. Nótese como los tres del medio jamás perdieron la cohesión.
Así, Klopp logró preservar la organización defensiva de sus dirigidos y neutralizar la posesión del City. El partido debió terminarse desde los últimos minutos del primer tiempo, cuando Oxlade-Chamberlain aprovechó una pared con Salah para recortar a Ederson y echar su remate por encima del larguero.
Lo ocurrido en el segundo tiempo con los dos goles 'reds' vulnerando a una zaga 'citizen' que jugaba al filo de la navaja fue lo lógico desde el punto de vista táctico una vez que Klopp corrigió. Los 180 minutos de este Liverpool 5-1 Manchester City demuestran que, para vencer a Josep Guardiola en sus propios juegos mentales, el primer requisito es no dejarse intimidar. Hay que quitarse el sombrero ante Klopp.