El gales, convirtió un doble viniendo del banco de suplentes que significó la victoria de los merengues en Ucrania y lograr su tercera Champions seguida.
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Zidane dispuso iniciar el compromiso con Bale en el banco de suplentes hasta el minuto 61, que con el 1-1 en la pizarra le dio ingreso por Isco.
Tan solo 3 minutos después y con la primera pelota que tocaba, aprovecho un centro desde la izquierda para definir con una chilena impresionante al ángulo de Loris Karius, que nada pudo hacer para evitar el tanto que le daba el 2-1 a los merengues.
El festejo desbordado ante semejante golazo llenaba de esperanzas a un equipo que se crecia en el complemento.
Ya con la victoria parcial y cuando más intentaba el Liverpool conseguir el gol de la igualdad llegó el tanto definitivo que sellaría la victoria.
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Imagen EFE
El chispazo de Gareth Bale apareció al minuto 64 para el Real Madrid, cuando el juego estaba igualado 1-1.
Nuevamente Bale como protagonista, recibió el balón fuera del área y libre de marca se animó a sacar el zapatazo que con mucha potencia y complicidad del arquero alemán Karuis, el balón le golpeó las manos y terminó en le fondo de la red para colocar el 3-1 definitivo en la pizarra.
