Cuando el West Ham United abandonó su tradicional estadio Boleyn Ground para jugar en el Olímpico de Londres, muchos londinenses vieron esto como el último clavo en el ataúd para el barrio de Upton Park.
De Anfield al Wanda pasando por Tottenham: Urbanizar la Champions League
La tendencia urbanística en cuanto a estadios de fútbol es integrarlos a las ciudades... y no que estos desintegren a las ciudades.
El Boleyn Ground era Upton Park y Upton Park era el Boleyn Ground. El equipo y el barrio eran uno mismo y los hinchas 'hammers' también eran vecinos de una misma comunidad. Sin embargo, el barrio acabó “gentrificándose.”
Gentrificación es una palabra proveniente del inglés para designar el proceso mediante el cual los habitantes tradicionales de un vecindario son expulsados a causa del alza en los precios de la vivienda. Boleyn Ground fue demolido para edificar apartamentos.
De modo que Upton Park ya no era el vecindario del West Ham. Algo similar ocurrió con el viejo Highbury del Arsenal.
Así fue que en Liverpool surgió un fuerte movimiento de resistencia en contra de la demolición de Anfield Road, cuya construcción data de 1884. Sus primeros dueños estadounidenses, George Gillett y Tom Hicks, vieron aprobados sus planes de levantar un nuevo recinto, pero la venta al Fenway Group, propietario de los Pats de la NFL, resultó en optar por salvar Anfield.
El mítico Anfield hoy ha sido declarado patrimonio de la ciudad de Liverpool.
Habiendo aprendido la lección en casas ajenas, el Tottenham Hotspur decidió demoler su antiguo estadio White Hart Lane. Sin embargo, construyó el nuevo sobre el mismo lugar en el norte de Londres. El flamante Tottenham Stadium casi duplicó la capacidad de 32 mil asistentes hasta 62 mil.
Así, los Spurs ahora tienen el segundo estadio con mayor capacidad de la Premier League, solamente por detrás de Old Trafford del Mánchester United, al cual le caben 75 mil asistentes.
La historia del Wanda Metropolitano del Atlético de Madrid es algo más compleja. La decisión de abandonar el Vicente Calderón, a orillas del río Manzanares, no solamente implicó la demolición del viejo estadio, sino que el nuevo está localizado del otro lado de la ciudad: a 15 kilómetros de distancia.
A cambio, el equipo colchonero adquirió en propiedad el inmueble conocido como “La Peineta:” un estadio diseñado para las candidaturas olímpicas de Madrid y construido en 1994. Su moderno aspecto fue logrado con la ayuda del consorcio chino Wanda y forma parte del proyecto de urbanización del este de Madrid.
Anfield Road, el nuevo Tottenham Stadium y el Wanda Metropolitano reflejan una nueva tendencia urbanística, donde el fútbol es un vínculo entre comunidades que constituyen las ciudades, tanto en sus raíces históricas como en sus impulsos de modernidad. Esta tendencia busca romper con la gentrificación de casos como Boleyn Ground y Highbury.