Tottenham Hotspur
El fuego de Son fue extinguido en Madrid por Alisson y el Liverpool
Después de brillar a lo largo de la temporada con los Spurs, el atacante surcoreano no pudo pesar en la gran Final de la Champions League que coronó a los Reds como campeones.

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Sin Lucas Moura en el campo y con un Harry Kane apenas regresando de su lesión de tobillo, los reflectores en el Tottenham estaban sobre Heung Min Son.

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Tras el temprano gol de Mohamed Salah desde el punto penal, los Spurs se apoyaron en el coreano para buscar alguna jugada de peligro.

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Sin embargo, Son se encontró constantemente con una muralla roja que no le permitió espacios y tiempo para decidir.
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Cuando tuvo algún hueco, la estrella asiática decidió mal o tarde por lo que las jugadas de peligro se diluían con facilidad.

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No fue un buen primer tiempo de todo el Tottenham y por momentos a Son se le veía incómodo, ansioso, sin poder brillar como su equipo lo esperaba.
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Ya en el segundo tiempo los Spurs mostraron una mejor cara que la de la poseción infructuosa de los primeros 45 minutos.
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Después del minuto 70 comenzó a hacer valer su superioridad en el juego el equipo londinese y Son fue protagonista de varias jugadas.
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Con rebeldía cogió el balón desde mitad de campo y eludió rivales hasta legar a Virgil van Dijk, que mandó el balón al tiro de esquina.
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Enseguida, en otra jugada rápida, el surcoreano sacó un derechazo violento que Alisson Becker salvó exigiéndose hacia el palo derecho y en el rebote lo falló Lucas Moura tras pase de Danny Rose.
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Casi que en la siguiente jugada, tras un remate de Moura, Son tuvo este cabezazo al borde del área pero se fue por encima.
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Pero, al margen de la emoción por la jugada, el juez de línea levantó el banderín y sancionó fuera de juego.
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Con la anotación de Origi el juego quedó sentenciado y Son no pudo hacer más, salvó un remate que Alisson volvió a sacar de gran manera. Se acabó el sueño de Champions para el Tottenham.
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