PARÍS, Francia - Al multimillonario proyecto catarí del París Saint-Germain le faltaba un triunfo como el logrado contra el Chelsea en Liga de Campeones para llamar con autoridad a la mesa de los elegidos en el continente.
El PSG se diploma en Europa
Al multimillonario proyecto catarí del París Saint-Germain le faltaba un triunfo como el logrado contra el Chelsea en Liga de Campeones.
Colgados de la épica eliminaron al Chelsea, uno de los candidatos al título final, su hazaña más brillante desde que hace tres años los petrodólares del Golfo Pérsico cambiaron su estatus y sus ambiciones.
La gesta supuso la tercera clasificación consecutiva del PSG para cuartos de final de la Liga de Campeones. Pero, por primera vez, el equipo francés logró deshacerse de uno de los grandes del continente, algo que en las dos pasadas temporadas no consiguió por pequeños detalles.
Hace dos años sumaron dos empates contra el Barcelona y cayeron eliminados por el mayor valor de los goles en campo contrario y después de que el Barça se viera obligado a apelar a un Leo Messi físicamente mermado.
El año pasado, también frente al Chelsea, el equipo se impuso 3-1 en el Parque de los Príncipes, antes de caer 2-0 en Stamford Bridge con un gol en el minuto 87.
En ninguno de los dos casos el PSG se mostró inferior a sus rivales, dos grandes de Europa, pero dejó entrever una falta de experiencia para imponerse en ese tipo de encuentros.
En esta ocasión las cosas fueron diferentes. La escuadra de Laurent Blanc fue muy superior, tanto en la ida en París como anoche en Londres, incluso cuando a la media hora de juego se quedaron con un hombre menos por la rigurosa expulsión de Zlatan Ibrahimovic.
La clasificación ante el Chelsea puede, ante todo, quitar complejos al equipo y cimentar las bases para dar el asalto definitivo a la Copa de Europa.
El presidente, Nasser al Khelaifi, repite que no tiene prisa para ganar ese título, para lo que se dio cinco años a su llegada.
Con la resaca del triunfo, los jugadores no ocultaban la sonrisa a la salida del entrenamiento, pero las declaraciones invitaban a la prudencia.
"Todavía no hemos conseguido nada", afirmó el argentino Javier Pastore, que destacó sobre todo "la unidad en el vestuario" como elemento determinante para la victoria de anoche.
El PSG logró este triunfo en una temporada irregular, donde se ha mostrado poco convincente en el campeonato doméstico.
Es segundo a un punto del Lyon y tres por encima del Olympique de Marsella, mientras que la pasada temporada brillaba en solitario en la liga francesa.
Seguir adelante en Europa les permite centrarse también en las otras competiciones y retrasar debates que se hubieran abierto sin duda en caso de haber caído en Stamford Bridge, como la continuidad de Blanc en el banquillo o la necesidad de nuevos refuerzos.
El equipo está vivo en cuatro competiciones y, sobre todo, en la Liga de Campeones, la que miran con más ansia los propietarios cataríes.
Haber eliminado al Chelsea de José Mourinho es un paso adelante, pero se quedará en nada si el PSG cae en cuartos, como las dos pasadas temporadas.
Todo cambiará si, por primera vez en su historia, accede a las semifinales, porque entonces sí que se sentirá legitimado para colocarse la vitola de grande del continente.
El club se ha diplomado en Europa al derrotar a un grande, pero le falta afianzar ese salto. El PSG entreabrió la puerta de los grandes y de ellos depende que entren en tan restringido club.