Importante empate el que sacó en Bayern Munchen ante el Liverpool en Anfield, aunque viendo el lado bueno para los reds, no recibieron gol en casa.
¡Empate emocionante en Anfield y la serie se definirá en Alemania!
En un juego vibrante en el que los locales fueron mejores, el conjunto muniqués se llevó un empate que deja la serie totalmente abierta.
La intensidad fue la constante de la primera parte y es que los dos equipos generaban una presión alta que obligaba al rival a dividir el balón constantemente.
Solo once minutos y Mohamed Salah tuvo la primera opción de gol tras un fenomenal pase largo pero el egipcio no le pudo dar fuerza suficiente a su remate. De inmediato llegó la respuesta de los alemanes con un centro peligroso de Serge Gnabry que Joel Matip intentó despejar y por poco acababa en gol en propia meta.
El juego se volvió de ida y vuelta. Sadio Mané, protagonista del encuentro al finalizar varias jugadas, tuvo una más que se quedó cerca de lograr. Después, Alisson y Matip volvieron a crear un lío y le regalaron un balón a Kingsley Coman que de milagro no entró a la portería.
Una más de Salah al 23’ con un cabezazo que parecía gol pero no llevaba la potencia que precisaba y otra de Mané al 32’, la más clara, recibió solo cerca del área chica pero cruzó demasiado su balón, el gol no llegaba pero se acercaba para ambos conjuntos.
Solo minutos después Gnabry tuvo una más que Alisson alcanzó a tocar para desviar ligeramente su trayectoria a la red.
Los últimos minutos fueron totalmente del local generando oportunidades tejidas con base en grandes jugadas colectivas. Al 39’, Matip dejó ir una anotación ‘cantada’. Cinco minutos después Roberto Firmino pudo buscar el arco pero decidió centrar, aunque el balón quedó un poco largo y ya en el agregado, un disparo de Salah no tuvo la fuerza necesaria para vencer a Manuel Neuer.
Aunque ‘los reds’ llegaban y llegaban no finalizaban las jugadas, en cambio, el Bayern, la que tuvo con Gnabry, aunque no era muy clara, puso a volar al arquero brasileño Alisson Becker.
La más clara apareció al 85’, Mané cabeceó dentro del área poniendo la pelota en el ángulo inferior pero Neuer salvó a su equipo con un ‘atajadón’.
La serie quedó abierta, ambos cuadros nos regalaron un gran juego, a pesar de no haber habido goles, porque el duelo fue apasionante. Así como en 1981, la última vez que se enfrentaron en duelo europeo ambos equipos, quedaron 0-0. En la vuelta, con un 1-1, anvanzaron los ingleses.