En un partido lleno de emociones, el FC Barcelona derrotó 4-2 al Tottenham y, además de sumar una importante victoria fuera de casa, dejó sumido en grave problema a su rival que ahora queda casi que obligado a ganar lo que le queda de partidos si quiere avanzar en la fase de grupos, más aún tras el triunfo del Inter de Milán ante el PSV.
En un gran partido, Barcelona superó a un Tottenham que ahora no puede fallar
El equipo catalán, con goles de Philippe Coutinho, Ivan Rakitic y Lionel Messi, en dos ocasiones, superó a un conjunto inglés que suma dos derrotas en igual número de partidos.
El choque no pudo arrancar mejor para los catalanes que, a los dos minutos, se fueron arriba con una anotación de Philippe Coutinho, quien aprovechó un buen pase de Jordi Alba y una mala salida del portero francés Hugo Lloris para poner el 1-0 en el marcador.
Tras el gol, el Barça se dedicó a hacer lo que mejor sabe: empezó a tocar el balón en el mediocampo y desesperó a un rival que lucía grogui. En una de esas acciones, tras un rebote que quedó en el borde del área, Ivan Rakitic marcó un gol de antología. El volante croata anotó el 2-0 con una verdadera maravilla de volea, luego de pegarle seco y a media altura desde el borde del área inglesa.
Barcelona pudo marcar algún gol más antes del descanso, pero la visita no estuvo fina en la última puntada frente a un conjunto local desconocido.
En la segunda parte el guión no cambio mucho. El Barça comenzó apretando arriba y Lionel Messi, a los 47 y 50 minutos, tuvo el tercero en dos jugadas prácticamente idénticas y que terminaron en el mismo poste derecho defendido por Lloris.
Sin embargo, justo tras el segundo remate en el poste, Harry Kane, el gran goleador del Tottenham, apareció y, tras un buen enganche sobre Nelson Semedo, definió cruzado para superar al alemán Marc-Andre ter Stegen.
Pero la ilusión no duró mucho para los ingleses, pues un gran centro de Jordi Alba, con una amague genial de Luis Suárez, lo aprovechó Messi para marcar con mucha sutileza el 3-1 ante el Tottenham.
Cuando el partido pintaba para goleada, Erik Lamela volvió a descontar para los ‘Spurs’. El argentino, desde fuera del área, marcó el segundo del Tottenham tras sacar un rematar con potencia desde fuera del área que, tras chocar en un defensa rival, desubicó al arquero del Barça que poco pudo hacer para evitar el tanto.
Ese gol le dio vida al local, que se volcó e hizo sufrir más de lo debido a un Barcelona que tiene dos caras: una cuando ataca, que es de las mejores, sino la mejor del mundo, y otra la que defiende, la cual cada vez deja más dudas.
No obstante, en el último minuto, tras una jugada muy parecida a la del tercer gol, Messi volvió a decir presente y sentenció un importante triunfo de los visitantes, que ahora tendrá que ganar como sea los dos partidos que sigue ante el PSV del ‘Chucky’ Lozano.
Por su parte, el Barça es líder y tendrá doble compromiso ante el Inter de Milán, conjunto que también ha ganado sus dos encuentros en el Grupo B.