Keylor Navas, banca: cuando fichas por el Real Madrid sabes que esto puede pasar

Un club como el Real Madrid no llegó a donde llegó respetando jerarquías. Y la primera víctima de este nivel máximo de exigencia ha sido el guardameta costarricense Keylor Navas. Poco importa ya que él haya sido clave en el exitoso pasado reciente.

Contrario a la política de rotaciones en la portería por parte de Julen Lopetegui, el míster Solari ha demostrado su autoridad cargándose a Keylor. Courtois ya aparece de arranque no solamente en los duelos de fin de semana, sino ahora también en los compromisos intersemanales.

Vale recordar que, como jugador merengue, el “Indiecito” también fue víctima de una institución para la cual únicamente importa el aquí y el ahora. Pese a no desentonar vestido de blanco, Solari siempre fue pieza de recambio para los Beckham, los Zidane y los Figo.

Encima, Navas debe estar consciente de que así es como funcionan las cosas en el Santiago Bernabéu. Él mismo llegó como una bomba de mercado hace cuatro temporadas en un acto gestionado por Florentino Pérez para señalarle a Iker Casillas la puerta de salida.

“El Presi” siempre lleva la sartén por el mango: en el mercado invernal del 2015 ya intentó canjear al ícono centroamericano a fin de asegurar los servicios de David De Gea, en una operación malograda porque fue dejada al último minuto. Navas siempre danzó sobre la cuerda floja.

Con apenas 31 años y jugando en una posición como la de arquero, Keylor no puede ser considerado demasiado veterano. Sin embargo, los ciclos individuales en el Real Madrid circulan a marchas distintas y pareciera que el de Navas ya tocó su fin.
Cuando fichó, él mismo sabía que esto iba a pasar.

Él mismo sabía que el hombre encargado de darle la bienvenida en la Casa Blanca dándole el buzo de portero sería el mismo que, tarde o temprano, le mostraría la puerta que da a la calle. Esto, a pesar de que quien finalmente lo ha enviado al banquillo se llama Santiago y se apellida Solari.