Al Liverpool le gusta el peligro. A veces lo sabe manejar y a veces es demasiado. Y su partido más importante de la década no podía ser la excepción.
Opinión | La noche amarga de Kiev: el epítome de las tragedias del Liverpool
El Liverpool, que alguna vez fue el más grande de Europa, en el siglo XXI ha sido víctima de sus tragedias y sus errores. Del fuego amigo.
El irracional jalón de Sergio Ramos que provocó la lesión de Mohamed Salah y el grotesco error de Loris Karius para el gol de Benzema llevaban el sello de las tragedias del Merseyside. Como si fuera parte del guión.
Apenas cuatro minutos después de la delantera merengue, Sané dio cuenta de que se necesita algo más que eso para acabar con el espíritu rojo con el gol del empate y convirtió el partido en un combate de boxeo, donde solo el que pegaba más fuerte podía ganar.
Pero entre dos fajadores históricos, el Real Madrid también tiene lo suyo. El gol de Gareth Bale no solo es una estampa que vale la ‘Orejona’ y el Puskas, sino además un golpe al orgullo inglés. Que un galés se las arrebate, duele.
Y no solo eso: Karius volvió a equivocarse a menos de 10 minutos del final con un tiro que parecía inofensivo de Bale. Otra vez el galés. Otro error del portero revelación del Liverpool, al cual hay que endosarle la decimotercera merengue.
El Liverpool, que alguna vez fue el más grande de Europa, en el siglo XXI ha sido víctima de sus tragedias y sus errores. Del fuego amigo. Nunca tan certero como en esta noche, en Kiev.