Por Jaime Bernal
Opinión |El dinero te hace millonario y guapo, pero no triunfador
El equipo parisino quedó eliminado en los octavos de final de la Champions League, el certamen que era el gran objetivo con conjunto francés este año.
El 3 de agosto de 2017 el París Saint-Germain hacía oficial la llegada de Neymar. Poco después, el 31 de agosto del mismo año, el conjunto parisino anunciaba el fichaje de Kylian Mbappé, quien venía de brillar con el Mónaco la temporada pasada y para mucho la nueva gran promesa del fútbol mundial.
Entre el brasileño y el francés, el club pagó 402 millones de euros y esta millonaria cifra tenía un solo objetivo: ganar la Champions League. Después de dominar casi todas las competencias locales durante los últimos tres años -dos Ligas, tres Copas de Liga, tres Copas de Francia y tres Supercopas de Francia -, el gran reto que tenía el equipo que preside el jeque Nasser Al-Khelaifi era la competencia de clubes más importante de Europa y del mundo. Y el plan no comenzó mal.
El PSG dominó el Grupo B del torneo este año, logrando 15 de 18 puntos y eso que en esa llave también estaba el poderoso Bayern Munich, al que goleó 3-0 en su primer enfrentamiento.
Los parisinos lograron en total 25 goles en los seis partidos en la fase de grupos y el tridente conformado por Neymar, Mbappé y el uruguayo Edinson Cavani sembraba terror a finales de 2017.Sin embargo, el sorteo de octavos de final el pasado 11 de diciembre deparó que el conjunto dirigido por el español Unai Emery enfrentara al Real Madrid, actual bicampeón de Europa y el Mundo.
Aunque por historia el Madrid era el favorito, el presente de ambos era bien diferente. Mientras los blancos sufrían en la Liga, donde ahora está a 15 puntos de distancia del líder Barcelona, y quedaban eliminados ante el débil Leganés en la Copa del Rey, el PSG cabalga la Ligue 1 y está clasificado para la final de la Copa de la Liga y las semifinales de la Copa de Francia. Pero en la cancha no juegan los millones.
Y eso quedó claro hoy en el Parque de los Príncipes. Los pupilos de un timorato Emery no fueron nunca superiores a un conjunto que le dio una lección de jerarquía y lo terminó venciendo 2-1, 5-2 en el global, para avanzar a cuartos de final y seguir en pi en busca de una inédita tercera Champions League consecutiva.
El club francés ha gastado 1,115 millones de euros desde que lo preside Al-Khelaifi, en junio de 2011. En ese tiempo, el Real Madrid ha invertido 552, casi la mitad. Sin duda, el dinero comprará grandes jugadores, pero jamás podrá adquirir la jerarquía y grandeza que se necesita para una competición de este tipo.