El máximo símbolo del actual Real Madrid y dos canteranos. Con esa fórmula el Real Madrid aniquiló al PSG 1-2 en el duelo de vuelta y dejar un 2-5 incontestable en el marcador global para instalarse en cuartos de final por octavo año consecutivo.
Real Madrid bajó el interruptor de la 'Ciudad de la Luz' y se instaló en cuartos de final
El dinero no compra la felicidad y hoy el Real Madrid se lo recordó al frió PSG; Cristiano y Casemiro regresaron a la realidad al cuadro galo.
Todo estaba listo para reanudarse con el segundo tiempo, pero aparecieron las bengalas en la tribuna del Parque de los Príncipes y una humareda que provocó el retraso del reinicio.
Marco Asensio tuvo una impecable conducción por la banda de Dani Alves, lo exhibió y luego cedió a Lucas Vázquez, quien metió un puntual centro para Cristiano, llegó el remate y el festejo merengue a los 50 minutos.
A partir de ahí vino la hecatombe parisína con Verratti como estandarte al irse expulsado por un reclamo airado sobre el silbante, y aunque su equipo consiguió el 1-1 con gran fortuna de Cavani a falta de 20 minutos para el final, no se veía por dónde cambiaría la historia.
Con un PSG desfondado, Casemiro aprovechó un rebote y un desvío que puso el 1-2 en el marcador, apenas para reflejar la diferencia entre ambos equipos en 180 minutos.
La más clara para el Madrid en el primer tiempo llegó gracias a un craso error defensivo que dejó a Karim Benzema mano a mano con Areola.
El ‘Gato’ no supo matar la eliminatoria, esperó hasta el final, definió pero el portero francés mantuvo a su equipo en la eliminatoria al desviar con la pierna a tiro de esquina.
Eso apenas sirvió como despabilador para un cuadro parisíno que tuvo el carril derecho como principal arma.
Mbappe y Di María se alternaron pero apenas consiguieron inquietar a Navas, aunque el francés fue el más cercano al gol cuando se internó en el área y sacó un disparo que el portero merengue rechazó de buena forma.
El Real Madrid estaba entonces con los dos pies en la siguiente ronda y con toda el hambre de conseguir la 14 para sus vitrinas, mientras que el PSG ve como la imagen de Unai Emery, su DT, se desmorona.