El 2-2 sobre suelo español entre el Slavia de Praga y el Sevilla Fútbol Club de la ida de octavos de final de la UEFA Europa League fue correspondido con un electrizante partido en la vuelta sobre suelo checo.
'Dicen que el Slavia nunca se rinde': Sevilla, eliminado en Praga de la Europa League
De último segundo el humilde equipo checo pegó el campanazo de las competiciones de la UEFA eliminando al equipo ganador de cinco Europa Leagues.
Ambas escuadras salieron con frágiles líneas de cinco defensas que generaron oportunidades de gol al por mayor. El primero cayó en un córner cuando el eslovaco Miroslav Stoch alzó un balón puntilleado al fondo de la red por el camerunés Michael Ngadeu-Ngadjui.
Parecía que el primer tiempo acabaría con el Slavia al frente, pero fue entonces que el carrilero holandés del Sevilla, Quincy Promes, le ganó la espalda al carrilero checo Lukas Masopust provocando un penal para los andaluces. Wissam Ben Yedder no perdonó desde los once pasos e hizo el 1-1.
Apenas volver de los vestidores Jesús Navas cometió un penal luego de quedarse dormido en la marca de Jan Boril. Ahora fue el capitán bohemio Tomás Soucek quien no falló ante el portero sevillista Tomás Vaclík.
El 2-2 para el Sevilla fue parecido al primer gol del Slavia. Un córner mal rechazado por los defensas rivales acabó prendido de volea por el hispano-marroquí Munir el Haddadi. Hay quien dice que el guardameta Ondrej Kolar pudo haber hecho algo más, pues el balón entró por el centro, aunque con bastante velocidad.
Más goles no habrían de venir sino hasta los tiempos extras. Al minuto 97 el mejor jugador del partido, Promes, alzó un servicio preciso por izquierda que halló la frente del recién ingresado Franco 'Mudo' Vázquez, cuyo gol enmudeció transitoriamente al Slavia.
El Slavia puso el marcador 3-3 mediante un disparo en el área sevillista por parte del holandés Mick van Buren ante la tibia marca del danés Simón Kjaer. Llégabamos al filo del minuto 120 y los checos no se rindieron: tras un tiro libre directo, el marfileño Ibrahim Benjamín Traoré se las ingenió para empujar el 4-3 en delirio y éxtasis en Praga.
Cayó el rey de la Europa League, cayó el Sevilla. David venció a Goliat.