Justo como el entorno de la selección mexicana suele encender las alarmas cuando se pierde la Copa Oro de la Concacaf, ahora una muy alicaída selección alemana ha pagado los platos rotos de un torneo donde el premio era pequeño y el castigo era gigante.
UEFA Nations League fue a Alemania lo que la Copa Oro al Tri
La UEFA Nations League fue un "todo que perder y nada que ganar" para la escuadra de Joachim Löw sumida en su peor crisis.
Sin la importancia que reviste ganar una Eurocopa, la UEFA Nations League desde el principio se antojaba como un torneo ideal para selecciones con inercia positiva, como Francia, o ya bien encauzadas en un recambio generacional, como Inglaterra. No así para aquellas de pésimo mundial que aún no saben si continuar aferrándose al pasado o buscar el futuro…
Como es el caso de Alemania.
Por ejemplo, a pesar de contar con un extraordinario guardameta joven en la figura de Marc André Ter Stegen, Joachim Löw mantiene su confianza en el veterano Manuel Neuer, quien arribó a Rusia 2018 recuperándose de una temporada llena de lesiones. Lo mismo puede decirse de los jóvenes zagueros Antonio Rudiger y Niklas Süle, quienes aún son banca de Mats Hummels y Jerome Boateng.
Aunque hay voces que aún se resisten a llamar a esta la peor Alemania de la historia, la sorpresiva derrota ante Corea del Sur en el último duelo de la Copa del Mundo fue un batacazo que sigue aturdiendo a la nación europea más ganadora en la historia del fútbol . “Tener mentalidad alemana” significa saber reponerse pronto a las derrotas, pero una humillación como la vivida hace algunos meses cuesta mucho dejar atrás.
La opinión pública en Alemania comienza a contrariarse con Löw y hay corrientes que indican que la Mannschaft alzó el título de Brasil 2014 más bien a costa de él. Es decir que fue la camada de futbolistas germanos la clave del tetracampeonato mundial. Sin embargo, esto último contradice a quienes piden un recambio generacional, puesto que Löw parece estar a muerte con sus cuatro o cinco hombres de honor.
Quizá la mejor imagen de la crisis alemana es provista por Thomas Müller. Antes, se trataba de un atacante muy sobrio con un gran olfato goleador y una gran visión de campo para asociarse con sus compañeros. Sin embargo, ya van varios meses de verlo arrastras las piernas sobre el césped e incluso el entrenador del Bayern, Niko Kovac, le ha quitado la titularidad.
La comparación de Alemania con México y la Copa Oro seguirá siendo válida si la escuadra teutona acaba última del grupo que comparte con Francia y Holanda. En tal caso, descenderá al segundo escalafón europeo y la presión por ganar, gustar y golear ante rivales teóricamente más débiles será tremenda. No apta para cardiacos.
La experiencia del Tri luego de “fracasos” en la Concacaf puede indicarnos hacia dónde irá la Mannschaft: aunque es cierto que lo recomendable es la paciencia con los jóvenes y dejar trabajar al entrenador, los resultados mandan y el hilo siempre se rompe por lo más delgado.