Qué tiempos aquellos en los que en México soñábamos con ganar la Copa Libertadores y la Copa América. Tan cerca que estuvimos. Casi la ganamos. Ya merito.
¿Y dónde quedó el sueño mexicano de ganar la Copa Libertadores y Copa América?
Equipos suplentes, selecciones alternativas y un 7-0, el último recuerdo que deja el fútbol mexicano en torneos de la Conmebol.
Y así nos quedaremos. Tristemente, la entrada de México en el fútbol de Conmebol se terminó; de golpe y porrazo, el fútbol azteca ha dejado de competir con lo mejor del fútbol continental, tanto en clubes como en selecciones.
Lejos queda aquella Copa América de 1993 cuando el Tri de Miguel Mejía Barón llegó en su torneo debut a la final ante Argentina; aquella final en Colombia durante 2001, las victorias sobre Brasil, Argentina o Uruguay; las goleadas a Paraguay o Venezuela. También, los tropiezos y derrotas encima que ayudaban a crecer y a mejorar.
México no fue invitado a la próxima Copa América
Ni hablemos de la Copa Libertadores donde se podían presumir los avances de la liga mexicana, donde era vidriera para que jugadores aztecas se fueran a Europa. O donde las máximas figuras sudamericanas defendían a los conjuntos de la Liga MX. Qué lejos queda el Cruz Azul de 2001, las Chivas de 2010 o los Tigres de 2014.
Los intereses y los calendarios acabaron por sacar a México de Conmebol. El desdén con el que se trataron campeonatos históricos como la legendaria Copa Libertadores y la máxima competición de selección como la Copa América durante los últimos años acabaron por derrumbar el sueño de ver al Tri y a la Liga MX en lo más alto del continente.
Equipos con suplentes y selecciones alternativas fueron la imagen final de México en Conmebol. Lamentablemente, un 7-0 será el último recuerdo en Sudamérica.
Como diría Chava Flores, “a qué le tiras cuando sueñas, mexicano”.