El 29 de noviembre pasado el mediocampista marfileño fue detenido por oficiales de tránsito que le realizaron la prueba del alcoholímetro y se halló que excedía el límite permitido. Touré admitió todos los cargos y su licencia de conducir ha sido suspendida por año y medio.
Yayá Touré admitió haber bebido antes de manejar, pero no intencionalmente
El futbolista del Manchester City fue consignado por conducir alcoholizado y no negó los cargos, pero explicó que no bebió por voluntad propia.
Sin embargo, sorprendió a todos al emitir un comunicado en su página personal explicando que él no bebió alcohol voluntariamente. “Es bien sabido que yo soy musulmán y no bebo. Siempre he rechazado el alcohol”, empieza su carta al público en general.
“Cualquiera que me sigue o que sigue el fútbol se habrá percatado de que yo siempre rechazo la champaña ofrecida como premio al Jugador Más Valioso porque estoy comprometido con mi religión”. También reconoció la gravedad de su infracción:
“Conducir alcoholizado es un crimen serio y aunque yo no estuve consumiendo alcohol intencionalmente, acepto el castigo y la multa (más de 65 mil dólares) y además me gustaría disculparme por la situación”. Toure enfatizó que el juez le reconoció que no tomó alcohol de modo consciente.
Aunque su explicación no es de dominio público, trascendió que el marfileño argumentó que había participado en una fiesta casual con amigos y se sirvió un vaso de refresco de cola light que resultó estar mezclado con ron. Él se habría sentido “un poco cansado”, pero pensó que podría conducir de cualquier manera, pues era conductor designado.
Según el libro sagrado del Islam, el Corán, beber alcohol está prohibido así como consumir carne de cerdo. Durante el tiempo santo del Ramadán, los musulmanes deben observar un estricto ayuno durante las horas diurnas.