Sophia Popov es una alemana nacida en los Estados Unidos, hija de alemanes, su papá practicaba hockey, su mamá, natación. ¡Que juegue hockey! ¡Mejor que nade! Y como todos sabemos, al juntar el hockey y la natación da como resultado, el golf.
Geo González | Sophia Popov
La historia de la alemana que ganó el British Open tras una serie de eventos inusuales.
Sophia tuvo éxito como amateur logró conseguir la tarjeta de la LPGA; es decir, jugar en el circuito profesional, sin embargo, la perdió por malos resultados, producto de malestares físicos, dolor abdominal, debilidad, engarrotamiento. Veinte médicos distintos. Que si tómate un té, que si mejor no comas nada, que come más pero mejor o mejor aguántate y así, hasta dar con la llamada enfermedad de Lyme (un padecimiento que genera la picadura de una garrapata).
El tiempo había pasado, cientos de jugadoras la habían rebasado y como dijimos anteriormente, perdió su derecho a jugar en la LPGA (Liga Profesional de Golf Femenil).
Sophia volvió a empezar desde el circuito de ascenso donde no ganas un peso. Pensaba seriamente en retirarse, cuando llegó la pandemia 2020. Sophia comenzó a entrenarse en el área de Arizona, donde ella vive y donde justamente el golf comenzó a tener actividad. Jugó dos torneos, ganó dos y en el tercero le faltaba meter la pelota. Si lo hacia en un golpe, regresaba a la LPGA: ¡Lo falló! Quedó fuera del primer torneo post pandemia profesional.
En eso un WhatsApp, su amiga la holandesa Anne Van Dick, que jugaría el torneo LPGA y cuyo caddie, (que es el personaje que acompaña a la golfista cargando la bolsa de palos y coacheando un poco) no podía viajar de Europa hacia Estados Unidos. - ¿Sophie, serías mi caddie en el torneo? Sophia aceptó, terminaron en el lugar 19. Sophia entonces regresaría al circuito de asenso y su amiga al siguiente de la LPGA, cuando de pronto, le avisan que debido a que un gran numero de jugadoras de Asia y Europa no viajaban, ella era la siguiente en la lista de las de asenso para jugarlo.
Sophia Popov lo jugó lo suficientemente bien, como para lograr clasificar al Masters Británico, el torneo más tradicional e importante del golf, digamos el Wimbledon del golf. El British empezaba el jueves, ella llegó apenas el martes, practicó el miércoles, no conocía nada del campo, así que en la noche se metió a YouTube y vio completa la repetición de el British varonil de 2016 en ese campo y ¡a darle!
Los torneos de golf se juegan en cuatro días, después de los primeros dos, se hace un corte, para dejar solo a las de mejor desempeño, pelear los últimos dos días por el campeonato. Jueves, primer día; lluvia, frío y vientos que movían no solo la bola sino a algunas jugadoras, entre ellas a Sophia.
El torneo inició con el primer golpe de Laura Davies, británica ganadora de 85 torneos, 4 Masters, un British, miembro del Salón de la Fama, quien con toda la experiencia no podía controlar el campo. Sophia pasó desapercibida el jueves, sé que tienen curiosidad por saber si su amiga ahora era su caddie, pues no, resulta que entre lo apresurado del viaje, no encontró caddie, así que se llevó a su novio, obvio, conoce el juego.
Viernes segundo día; había que meterse entre las primeras 60, frío, lluvia, neblina, viento, Sophie pasó el corte y se metió en las primeras 20.
Sábado tercer día; lluvia, frío, viento, Sophia sorprendió a todas metiéndose al primer lugar y ¡sacando ventaja de 3 golpes! Le faltaba el domingo. “Lo ha hecho bien, juega sin presión todo es ganancia para ella, pero mañana la presión la va a tumbar”, decían comentaristas y expertos.
Sophia caminaba de regreso al auto tratando de no hacer caso, cuando de pronto alguien golpea el vidrio del auto, al bajar la ventana se encuentra con la cara de Laura Davies, quien había caminado todo el estacionamiento, con esa rodilla lesionada, para decirle. -Calma, lo estas haciendo bien, mañana no intentes nada heroico, solo sal a hacer tu mismo juego de hoy, ¡disfruta! En pocas palabras: “No dejes que te agarre la mano el chango”, diría yo.
En Alemania tenían los ojos más puestos en la final de la Champions que en una golfista Alemana que lideraba el Masters más importante.
Sophia inició pegándole a la bola fatal, se fue a una trampa de arena (un súper hoyo tipo cueva, lleno de arena y con más de metro y medio de profundidad) ahí perdió un golpe de ventaja, las demás apretaban su juego y recortaron la ventaja a un solo golpe, no tarda en desmoronarse decían en la transmisión. Sophia se compuso un poco, las otras también, así dieciséis de los dieciocho hoyos.
Cuando llegó al ultimo hoyo, le faltaban 67 metros para meter la pelota y tenía hasta 3 golpes de ventaja para hacerlo. Pegó el primero, la bola rodó, rodó y se detuvo sin caer al hoyo justo a 40 cm, tenía dos tiros más. Sophia entonces rompió en llanto, su caddie-novio la abrazaba y trataba de calmarla, ella no paraba, sabía que si metía ese golpe de 40 cm, sería campeona del abierto británico, siendo la jugadora trecientos y tantos del mundo, sin tarjeta de LPGA, a punto del retiro, caddie 15 días antes y mientras les cuento esto, ella se acercó con los ojos nublados, metió el putt y se convirtió en la campeona del British Open. Ganando seis veces más en un torneo, de lo que había ganado en toda su vida.
Epílogo.
La ganadora del British es acreedora a una membresía de 5 años para jugar el campo, a Sophia por no ser jugadora LPGA solo tiene año y medio y por la misma razón, aunque ganó un Majors, Popov tampoco jugó el siguiente torneo LPGA.
Reglas son reglas dijo ella.
Sophia Popov.